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El huracán Dolly, que golpeó el norte de México con vientos
sostenidos de 160 kilómetros por hora, dejó 120 mil damnificados en
el fronterizo estado de Tamaulipas, reportaron hoy autoridades
gubernamentales.
Dolly penetró al mediodía del miércoles en la frontera
México-Estados Unidos con categoría dos en la escala Saffir-Simpson,
acompañado de lluvias intensas y rachas de viento de hasta 200
kilómetros por hora.
Aunque localizado la víspera en territorio estadounidense y
degradado a depresión tropical, el gobierno de Tamaulipas decidió
mantener en emergencia a 10 demarcaciones fronterizas, bajo el
impacto aún de fuertes aguaceros.
Autoridades de ese territorio informaron que 30 mil familias
continúan sin energía eléctrica y que se trabaja en la preparación
de diques para enfrentar un potencial desbordamiento del río Bravo
de persistir las precipitaciones.
Ayer el presidente mexicano, Felipe Calderón, anunció la puesta
en marcha de un comité de evaluación gubernamental con el fin de
brindar asistencia inmediata al norteño estado mexicano, en
situación crítica por el azote de sucesivos fenómenos atmosféricos
en lo que va de julio.
En comunicación directa con el gobernador de Tamaulipas, Eugenio
Hernández, el mandatario refrendó el apoyo del gobierno federal a
las familias afectadas por el huracán.
Asimismo instruyó a la Comisión Nacional de Electricidad para
dejar restablecido el servicio eléctrico en el menor tiempo posible;
y a las secretarías de la Defensa Nacional y Seguridad Pública para
encauzar la distribución de víveres y medicamentos entre la
población damnificada.