Afincada a sus tradiciones y raíces históricas, la oriental
ciudad de Santiago de Cuba posee un vasto legado patrimonial, que
preserva huellas de acontecimientos inolvidables de la historia
patria.
Ambientes coloniales, monumentos, museos, tarjas y reliquias
arquitectónicas descubren a cada paso el protagonismo que tuvo la
caribeña villa en el devenir de la nación, por lo cual mereció el
título de Ciudad Héroe de la República de Cuba.
En su seno nacieron cerca de 30 generales de las guerras
independentistas del siglo XIX, destacándose Antonio Maceo, un
insigne soldado y estratega militar, denominado por su valentía El
Titán de Bronce.
Todavía en las costas santiagueras y otros sitios se preservan
vestigios de la guerra hispano-cubano-norteamericana, recordada por
estos días en ocasión del aniversario 110 del fin del dominio
español y el estreno del imperialismo estadounidense.
La historia palpita con fuerza en esta urbe, principal escenario
de las acciones del 26 de julio de 1953, cuando un grupo de jóvenes
dirigidos por Fidel Castro atacaron el Moncada -segunda fortaleza
del tirano Fulgencio Batista- y el cuartel Carlos Manuel de
Céspedes, de Bayamo, en la vecina provincia de Granma.
En esa fecha comenzó la última y definitiva etapa de luchas que
culminó con el triunfo revolucionario, el Primero de Enero del 59,
justo a cinco años, cinco meses y cinco días de la gesta.
Acciones de restauración y cambios museográficos y de
ambientación, muestran relucientes los escenarios del acontecimiento
y del alegato de autodefensa de Fidel, conocido como La Historia me
Absolverá, devenido Programa de la Revolución.
Con actividades conmemorativas y homenajes a los héroes y
mártires se recuerda la epopeya, ocurrida hace 55 años.
En la también llamada Cuna de la Revolución existen decenas de
sitios Monumento Nacional y local.
Apegados a esas raíces, los santiagueros cuidan la herencia de
casi cinco siglos, incluyendo tres hitos declaradas por la UNESCO
como Patrimonio de la Humanidad: el Castillo San Pedro de la Roca,
los Cafetales Franco-haitianos y la Tumba Francesa La Caridad de
Oriente.
Sobresalen en la hospitalaria urbe, además, los museos dedicados
a José María Heredia, el primer poeta romántico de América; Antonio
Maceo y al líder de la lucha revolucionaria clandestina contra la
dictadura, Frank País, así como el cementerio Santa Ifigenia, donde
se ubica el Mausoleo del Héroe Nacional José Martí y los restos de
otros insignes patriotas.
La entrada triunfante del Ejército Rebelde y la proclamación del
triunfo de la Revolución, hace 50 años, tuvieron como testigo el
entorno del Parque Céspedes, un ambiente que hoy recobra su
esplendor y se apresta siempre al encuentro con la historia.