El presidente estadounidense,
George W. Bush, limitó hoy el derecho de Irán a desarrollar un
programa nuclear civil, pero sin contar con tecnología para
enriquecer el uranio.
La nación persa ratificó la víspera su disposición a usar la
energía nuclear con fines pacíficos y, aseguró que no existe ninguna
fuerza en el mundo capaz de vulnerar ese derecho.
En respuesta, Washington mantiene todas las opciones sobre la
mesa para convencer a los iraníes a renunciar al desarrollo de
tecnología, según el mandatario norteamericano.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Bush agregó que en
estos momentos la primera alternativa es buscar soluciones
diplomáticas con otras naciones para enviar mensajes claros al
gobierno de Teherán.
Sin embargo, comentó que la nación persa debe entender que si no
abandona su programa nuclear quedará aislada y su pueblo pasará
penurias económicas.
En ese sentido, manifestó satisfacción por la postura asumida en
Europa hacia las intenciones de Irán de desarrollar dicha tecnología
como lo hacen otras naciones y el propio Estados Unidos.