KABUL,
1 de julio.— Mientras la aviación de Estados Unidos causaba otras 33
muertes, en su mayoría civiles, en indiscriminados bombardeos contra
extensas áreas de Afganistán, en apoyo a operaciones emprendidas por
sus aliados de la OTAN; según AP, trascendió que las fuerzas
insurgentes causaban bajas a ocupantes y colaboradores en las
provincias de Zabul, Nimroz y Uruzgán.
Según la página digital independiente icasualties.org, al
menos 45 de los militares agresores, incluidos 27 estadounidenses y
13 británicos, perdieron la vida en junio, la cifra mensual más alta
desde mayo último, admitida por el mando de la alianza atlántica.
Sin embargo, estadísticas militares muestran que en ese mes un
total de 49 soldados de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad (ISAF),
comandada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
y liderada por Estados Unidos, perecieron en enfrentamientos,
ataques o accidentes, apunta PL.
Un informe del Pentágono pronosticó que los rebeldes mantendrán o
incrementarán su ritmo de ataques, el cual ya es 40% superior a los
registrados en el 2007.
La ISAF y Estados Unidos mantienen más de 71 000 militares, la
mitad norteamericanos, en Afganistán, recuerda DPA.