BRASILIA, 1 de julio. — El salón del plenario Ulises Guimaraes, de
la Cámara de Diputados del Congreso brasileño, cuenta a partir de
hoy con una exposición fotográfica sobre el héroe nacional cubano
José Martí.
La muestra se inauguró con motivo de la visita del presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, y fue
iniciativa del Grupo Parlamentario Brasil-Cuba, integrado por más de
200 diputados y senadores.
Son decenas de gráficas de Martí y Cuba, en gran formato, y la
galería, que ocupa el corredor que da acceso a ese órgano
legislativo, fue abierta con un discurso del presidente de la
Cámara, diputado Arlindo Chinaglia, del Partido de los Trabajadores
(PT).
Durante la inauguración, Chinaglia destacó que a través del
homenaje al gran héroe de la independencia de Cuba, lo que se evoca
en esta exposición no es sólo su historia, valentía y liderazgo, su
idealismo y su papel fundador de la nacionalidad.
Es también y tal vez, sobre todo, la elaboración visionaria de un
impresionante y original pensamiento para América Latina que
constituye una de las más sustanciosas y bien articuladas posiciones
en favor de la unidad entre los pueblos del continente, añadió.
Por su parte, Alarcón enfatizó que el pensamiento de Martí tiene
una perenne actualidad y dijo: Si pensamos en lo que está ocurriendo
en América Latina siglo y medio después de su nacimiento, vamos a
ver cómo, en gran medida, estamos asistiendo a la conversión en
realidad de muchos de sus pronósticos y sueños.
Subrayó que Latinoamérica surgió de grandes flujos migratorios,
algunos voluntarios y otros acarreados por la violencia, la fuerza y
la esclavitud, estas naciones se formaron de diversas fuentes y sus
pueblos fueron capaces de desarrollar una visión integradora,
humanista, que acogió a todas las culturas.
Recordó que Latinoamérica, a pesar de que tuvo que luchar mucho
para lograr su independencia —y puso el ejemplo de Cuba—, jamás
existió entre sus pueblos sentimientos chovinistas, xenofóbicos,
jamás hubo odio hacia el extranjero ni siquiera el colonizador.
Para Alarcón, una frase resume lo que Martí representó en su
tiempo y lo que hoy Nuestra América puede representar, pues no
aspiraba a un país o una América fuerte, poderosa en lo material,
arrogante, egoísta y prefirió mejor referirse a ello al decir
"Patria es Humanidad".
Esa —puntualizó— es la lección más perdurable que los cubanos
recibimos del maestro, pues sentimos que tenemos un deber para con
los demás, pero no benevolente hacia el extranjero, sino como
pertenecientes a una patria mayor que es toda la Humanidad. (PL)