La producción de henequén en Cuba comenzó a sustituir
importaciones en los últimos años, en que revitalizaron las áreas
agrícolas y equipamiento industrial en esta labor, una de las más
difíciles de la agricultura.
Adquirir una tonelada de fibra de esa planta cuesta al país mil
293 dólares, sin incluir los pagos agregados por fletes de
transportación y gastos en descarga, mientras que por producirla
aquí invierte 507 en moneda convertible.
Como tal, la obtención de pitas de ese agave americano tiene
lugar en cuatro provincias cubanas, Holguín, Matanzas, Habana y
Cienfuegos, esta última con los mayores volúmenes de producción.
Rolando Lima, director de la Empresa de Henequén Juraguá, ubicada
en el municipio de Abreus, indicó a la AIN que la rama creció en los
últimos años debido al programa de desarrollo iniciado en el 2007 y
extensivo hasta el 2015, el cual prevé plantar 20 caballerías
anuales hasta completar unas 200 por encima de las existentes hoy.
Allí cuentan con unas dos mil 725 hectáreas, distribuidas en
vivero, áreas para desarrollo, producción, incluso parte destinada a
ganadería, bosque natural.
Lima agregó que además inició la renovación de la vieja
desfibradora, con 80 años de labor, y la adquisición de las partes y
pieza de otra línea moderna, las cuales darán respuesta a los
crecimientos agrícolas en esa entidad cienfueguera.
De la fibra del henequén pueden elaborarse varios surtidos, entre
estos sogas, y es de gran utilidad en las producciones de detergente
y celulosa