Dos semanas después del inicio de las
precipitaciones e inundaciones, el presidente George W. Bush
visitará hoy Iowa, el estado norteamericano más golpeado por las
recientes inclemencias climáticas.
Tras la ola de críticas recibidas por su tardía respuesta al paso
hace tres años del huracán Katrina por el sur del país, que dejó más
de mil 800 víctimas fatales, Bush ha recorrido varias zonas de
desastre.
Al anunciar su viaje, el mandatario señaló que servirá para
manifestar el apoyo de la Casa Blanca a los damnificados.
El medio oeste del país fue golpeado por las inundaciones, en
especial Iowa, donde hasta el momento provocaron pérdidas por valor
de mil 500 millones de dólares, sin embargo, sólo ha recibido ayuda
por cuatro millones.
En ese territorio fueron declarados en estado de desastre 83 de
sus 99 condados y evacuadas unas 40 mil personas.
La crecida del río Mississippi derribó un dique este martes cerca
de la localidad de Gulfport, en Illinois, y dañó numerosas casas y
negocios, además de provocar la evacuación de numerosas personas.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército consideró que otros 27
diques podrían desbordarse a lo largo de esa vía fluvial si
continúan las lluvias, como pronostican los meteorológicos.
Para enfrentar la situación miles de voluntarios, miembros de la
Guardia Nacional y hasta presos fueron movilizados para construir
barreras con sacos de arena.
Según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, más de 11
millones de personas de nueve estados fueron afectadas por las
inundaciones de las últimas semanas.
De acuerdo con especialistas, estas riadas son las peores en la
región en los últimos 15 años.