.— La Alta Comisionada de la 
			ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, criticó hoy la nueva 
			legislación europea que permite encarcelar y expulsar a inmigrantes 
			ilegales.
			Esa decisión adoptada por el Parlamento Europeo, rechazada de 
			inmediato en países en desarrollo, permitirá detener a los 
			inmigrantes ilegales hasta un año y medio antes de deportarlos.
			También autorizará la expulsión de quienes sobrepasen los 
			permisos de estadía.
			En un comunicado oficial divulgado en la sede central de la ONU 
			en Nueva York, Arbour urgió a los parlamentarios y a la opinión 
			pública europeos a comprender la necesidad de protección de las 
			garantías fundamentales de esas personas.
			Añadió que resulta muy necesario considerar el contexto económico 
			en el que se insertan.
			Las personas cuyas vidas se ven amenazadas por la extrema 
			pobreza, el hambre, la enfermedad y las epidemias, tienen derecho a 
			tratar de escapar de esa situación y se les debe dar una protección, 
			dijo la jurista canadiense.
			En ese sentido, censuró que las potencias europeas, que suelen 
			entender mejor las violaciones de derechos civiles y políticos, no 
			actúan de igual manera cuando se tratan de derechos económicos y 
			sociales.
			A juicio de la titular de Derechos Humanos de la ONU, el mundo 
			occidental ha fraccionado la Declaración Universal de los Derechos 
			del Hombre en dos grupos: los civiles y políticos, y los económicos 
			y sociales.
			Al cumplirse 60 años de esta Declaración, es necesario reagrupar 
			estos derechos, dijo Arbour según la declaración.