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			A 64 aumentó la cifra de muertos que dejó el sangriento atentado 
			dinamitero ocurrido en el barrio de Al Hurriya, en el norte de 
			Bagdad, según los últimos reportes del Ministerio del Interior.
			Entre los occisos se encuentran cuatro niños y cinco de mujeres y 
			el número de heridos es de 73, según las fuentes.
			El devastador ataque ocurrió la víspera en un mercado cerca de 
			una estación de ómnibus cuando un coche bomba explotó en la esa zona 
			y destrozó edificios vecinos.
			La detonación afectó, además, varios locales en los alrededores, 
			lo cual amplió de manera considerable el número de víctimas.
			Un vocero de la policía aseguró que el mando iraquí tiene la 
			certeza de que esa acción la realizó una organización o personas con 
			el interés de exacerbar las contradicciones entre las comunidades 
			confesionales.
			Mientras, otras fuentes militares se apresuraron a vincular el 
			hecho con acciones de la resistencia, pese a que hasta el momento 
			nadie se adjudicó el mismo.
			El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el atentado 
			y trasmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
			Esa acción es una de las más violentas de las últimas semanas en 
			Iraq, por la gran cifra de muertos y el perímetro de edificaciones 
			dañadas.