Un atentado con explosivos 
			perpetrado en el barrio de Al Hurriya, norte de Bagdad, causó 62 
			muertos y 87 heridos, según los últimos datos emitidos hoy por el 
			Ministerio del Interior.
			De acuerdo con el reporte, 11 de los heridos graves perdieron sus 
			vidas desde que ingresaron ayer en hospitales de esta urbe, con lo 
			cual sumaron 62 los cadáveres, entre ellos los cuatro de niños y 
			cinco de mujeres.
			El atentado ocurrió en un mercado cerca de una estación de 
			ómnibus y consistió en la detonación de un camión bomba que también 
			destrozó tres bloques de pisos vecinos, apuntaron medios de prensa.
			Además afectó a varios locales en los alrededores y provocó el 
			desplome de un edificio, lo cual amplió considerablemente el número 
			de víctimas.
			Por su parte, un vocero castrense dijo a los reporteros que los 
			militares tienen la certeza de que esa acción de gran envergadura la 
			realizó una organización o persona con el interés de exacerbar las 
			contradicciones entre comunidad confesionales.
			El gobierno también trató de captar la propaganda que sucedió al 
			atentado, al decir que esa acción es una reacción del avance de las 
			tropas iraquíes y norteamericanas en sus operaciones contra la 
			resistencia.
			Según tal criterio, sustentado sin argumentos de peso, esas 
			fuerzas sometieron a los insurgentes en Bagdad, Basora, Nínive y 
			otras provincias durante los últimos meses.
			El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el atentado 
			perpetrado en un área comercial en el norte de esta capital y 
			trasmitió "sus sinceras condolencias a los familiares de las 
			víctimas".
			Medios de prensa comentaron que la de ayer fue la acción más 
			violenta de las últimas semanas en Iraq y compararon sus daños con 
			los causados por otros atentados con explosivos.