Las huellas de Celia Sánchez, Heroína de la Sierra Maestra,
perduran en la Cienaga de Zapata y así lo demostraron habitantes de
la zona al rendirle tributo en este mes, conmemorando el aniversario
88 de su nacimiento.
El mes de Mayo, llamado de las flores, es propicio para recordar
a esta mujer, quien desde el primero de enero de 1959, fomentó aquí
proyectos renovadores, se preocupó y ocupó por los cenagueros,
población que vivía en total estado de insalubridad antes de la
aurora de la Revolución Cubana.
La fábrica de cerámica fundada por Celia, a principios del año
1960, fue el escenario escogido por la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC) en el territorio para trasladar a las nuevas generaciones del
mayor humedal del Caribe aspectos de la vida y obra de la incansable
luchadora.
Personas que la conocieron y admiraron contaron anécdotas de las
numerosas visitas de Celia a la Ciénaga de Zapata, entre ellas
Nemesia Rodríguez Montano, inspiradora de la universal poesía Elegía
a los zapaticos blancos, de Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí.
Nemesia, junto a su hermana Lucía, fue una de las niñas a las que
Celia propició estudios de artes manuales, corte y costura y
cerámica en la capital del país y estuvo junto a ellas en los días
de la invasión a Playa Girón, cuando perdieron a su madre, víctima
de la aviación mercenaria.
Los cenagueros recordaron la preocupación de Celia por la
construcción de la carretera, del centro turístico Guamá, la
educación y salud pública en ese municipio cubano, el de mayor
extensión y menor densidad poblacional de Cuba.
En la Ciénaga de Zapata, a unos 180 kilómetros al sureste de La
Habana, sesiona actualmente una sede universitaria municipal, se
desarrolla el turismo y está catalogada como reserva de la biosfera
por sus riquezas naturales, flora y fauna autónomas.