Una caravana de jóvenes de la Isla de la Juventud salvó las
distancias en el tiempo al evocar hoy la victoria popular de 1955,
que abrió las puertas del Presidio Modelo para liberar a Fidel y sus
compañeros.
En cita con la memoria histórica, ellos se acercaron aquel suceso
que protagonizó el pueblo para obligar al dictador Fulgencio Batista
a firmar la amnistía a favor del grupo de sobrevivientes de la gesta
del Moncada.
Como aquellos jóvenes, estudiantes y trabajadores iniciaron el
periplo, desde la escalinata del otrora reclusorio nacional para
hombres -actual Monumento de la República Cuba- hacia el museo finca
El Abra, lugar que cobijó a José Martí antes de su deportación a
España en 1871.
La casa natal, del asaltante al Moncada Jesús Montané Oropesa,
abrió nuevamente sus puertas para que la museóloga de ese centro
patrimonial aludiera a la estancia del líder de la Revolución Fidel
Castro en ese sitio, donde se concentró el pueblo para saludar a los
revolucionarios.
Colofón de la actividad organizada por la unión de Jóvenes
Comunistas fue la imposición de la medalla Abel Santamaría a Gladis
Alméciga y a Ray Yasín, quienes por su relevante trayectoria
recibieron la alta distinción, conferida por el Consejo de Estado a
propuesta de la organización juvenil.
Este jueves por la noche, estudiantes de más de 20 países de
América Latina, África y Asia se sumarán al homenaje, que devendrá
fiesta multinacional, en el estadio Cristóbal Labra con capacidad
para más de cinco mil personas.