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— La policía italiana arrestó hoy a 383 personas, 268 de ellas
extranjeras, como parte de una redada desde el norte del país hasta la
sureña ciudad de Nápoles, en aplicación de promesas del nuevo gobierno
conservador.
El gabinete del primer ministro Silvio Berlusconi, por tercera
ocasión en ese puesto desde 1994, anunció una política de mano dura
contra los indocumentados, 53 de los cuales fueron deportados de
inmediato esta jornada a sus respectivos países.
La nueva administración de centroderecha, que incluye a la xenófoba
Liga Norte (LN), prevé nueves regulaciones para investigar a los
inmigrantes y apresar o repatriar a quienes violen la ley.
En la acción policial, la mayoría de los foráneos detenidos,
procedentes de Europa del este, Albania, Grecia, el norte africano y
de China, fueron acusados de varios delitos, incluido narcotráfico,
prostitución y robo.
Medios de prensa locales advirtieron sobre las acciones de
exclusión en este estado europeo, a raíz de la política contra la
inmigración, promovida con fuerza por la LN, sobre todo, contra los
llamados nómadas, oriundos de Rumania.
Los agentes allanaron esta jornada el mayor campamento gitano en
Roma y arrestaron a 50 hombres.
Esta semana, las autoridades debieron evacuar asentamientos gitanos
en Nápoles, después que pobladores locales prendieron fuego a varias
de sus viviendas, en medio de rumores del robo de bebés por parte de
esa comunidad.
Un paquete de leyes promovido por el ministro del Interior y
segundo de la LN, Roberto Maroni, fue objeto de duras críticas por
parte de Bucarest, que advirtió sobre posibles abusos contra sus
ciudadanos residentes en esta nación.