DUJIANGYAN, China, 14 de mayo.— A pesar de lluvias torrenciales y
rutas intransitables, los soldados chinos se afanaban el miércoles
por localizar sobrevivientes entre los edificios reducidos a
escombros por el mayor sismo en China en más de 30 años, que ha
causado, según las últimas cifras, alrededor de 28 000 muertos y
desaparecidos.
El balance oficial del terremoto que el lunes sacudió el sudoeste
de China es de más de 14 866 fallecidos, 25 788 sepultados y 14 051
desaparecidos, principalmente en la provincia de Sichuan, informó la
agencia Xinhua.
Las pérdidas humanas no dejan de aumentar a medida de que llegan
informaciones de las zonas más alejadas. Numerosas ciudades de los
alrededores de Wenchuan, epicentro del movimiento telúrico, quedaron
completamente asoladas.
"Ya no hay casas en numerosas ciudades y suburbios (del distrito
de Wenchuan). Todo ha sido arrasado", afirmó Wang Yi, jefe de la
unidad de la policía militarizada.
"La situación es peor de lo que nos temíamos", declaró un
responsable local que logró llegar al pueblo escalando la montaña en
Yingxiu.
Desde un amasijo de cemento y vigas de acero se escuchaban
todavía gritos. Allí había una escuela borrada por la violencia del
sismo y en la que sin ninguna herramienta, los vecinos de Yingxiu
buscaban entre los escombros, según un relato de la agencia estatal
China Nueva.
Los canales de televisión chinos difunden sin interrupción
imágenes de cuerpos retirados de los escombros, pero también de
sobrevivientes, a menudo heridos de gravedad. al derrumbarse una
escuela, fábricas, hospitales o viviendas, dice AFP.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, reiteró la importancia de
salvar vidas, al tiempo que animó a los sobrevivientes a tener
confianza en la reconstrucción de sus hogares.