El Museo de la Orfebrería, que este 18 de mayo arribará al 12
aniversario, fue creado para rescatar tradiciones de los plateros
cubanos, ofrecerles un sitio para exponer obras e intercambiar ideas
de este arte.
La casa atesora piezas de variada factura: joyas, relojes,
ceniceros, escribanías, piezas de numismática, objetos para el
comedor, el aseo, el culto religioso, o destinadas a ornamentar
armas, bastones y aposentos, todas con un derroche de arte.
El montaje de las piezas y la distribución en las salas, donde se
exponen también óleos, muebles y otros elementos permiten un realce
del objetivo museal principal, la orfebrería.
Este noble oficio que dio fama y grandeza a la ciudad de La
Habana en siglos pasados, donde se apreciaban las maravillosas
rejas, guardavecinos (reja separadora entre balcones de casas
colindantes), entre otros, retoma este legado en los días actuales.
Junto con otras instituciones de la Oficina del Historiador, como
la Escuela Taller "Gaspar Melchor de Jovellanos" y el Gabinete de
Restauración, este Museo constituye un impulsor importante para
homenajear el arte del orfebre y el herrero.
La casa posee un proyecto sociocultural variado, dirigido a
diferentes públicos, niños, jóvenes, adultos, comunidad y a los
especialistas en la materia.
Ofrece talleres, ciclos de conferencia acordes con su temática y
expone sistemáticamente sus colecciones y las obras de los artistas
vinculados a ella.