Desde Grande Prairie, uno de los parajes más hermosos e
intrincados de la provincia canadiense de Alberta, llegaron más de
cien estudiantes de su preuniversitario para compartir una jornada
de música con sus colegas cubanos.
El evento tuvo lugar ayer en Expocuba, a lo largo de una jornada
en la que cinco formaciones instrumentales y vocales del centro
docente canadiense mostraron su arte y recibieron el que ofrecieron
alumnos de los conservatorios Guillermo Tomás, de Guanabacoa;
Alejandro García Caturla, de Marianao, Paulita Concepción, del
Cerro; la Escuela Nacional de Arte y el Instituto Superior de Arte.
Encuentro organizado por el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEART)
y la Canadá-Cuba Shorts and Cultura Festivals, entidad dirigida por
el promotor Jonathan Watts y que cumple veinte años de labor entre
los dos países, la cita se convirtió en una fiesta pródiga en
anticipaciones de talentos promisorios.
En el caso de los canadienses llamó la atención la manera en que
la educación musical en una escuela de nivel medio general
contribuye a ensanchar los horizontes estéticos de los adolescentes.
Profesores como Craig Macaulhan y David Townsend inculcan a sus
educandos el amor por las formas musicales más allá de los tópicos
de moda.
Por su dedicación y excelencia pedagógica, los docentes cubanos
merecen el mayor reconocimiento. Lo que han ido logrando directores
como Ana Miriam Santana, Greta Rodríguez y Pedro Pablo Gutiérrez
(sí, el ex Charanga Habanera) con sus respectivas orquestas, rebasa
con creces las prácticas de conjunto hasta prefigurar una auténtica
siembra de futuro.
Destacadas personalidades del medio musical cubano, como Roberto
Valera, Bobby Carcassés, Alina Orraca y Moisés Hernández Duménigo
(director de la Banda Nacional de Concierto), y canadiense (John
Anderson) avalaron con sus criterios la utilidad de esta jornada.
Simon Cridland, consejero de la Embajada de Canadá en Cuba,
celebró el encuentro como vehículo ideal para la profundización de
los vínculos culturales entre las dos naciones.