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Las autoridades estadounidenses aíslan a indocumentados bajo arresto y
con frecuencia los obligan a firmar la deportación voluntaria u otros
documentos en ausencia de abogados, divulga hoy el diario La Opinión.
Organizaciones no gubernamentales, citadas por la versión digital
del rotativo, afirmaron que los detenidos son llevados lejos de sus
familiares y defensores, además de ser privados de otros tipos de
asistencia.
Resulta muy difícil ayudar a esas personas, incluso suministrarles
medicamentos vitales para su salud o asesoría jurídica, lamentó
Paromita Shah, integrante del Gremio Nacional de Abogados, entidad
especializada en el respaldo legal a los afectados.
En fin, son muchos los inconvenientes y obstáculos para apoyarlos,
puntualizó.
Similar criterio expuso Andrea Black, miembro de la Red de
Vigilancia de Detenciones.
Numerosas quejas han llegado a nuestras manos sobre individuos
presionados para la firma de órdenes de deportación, lo cual ocurre en
el periodo inicial del cautiverio, precisamente cuando más indefensos
están, explicaron ambas activistas.
A pesar de las denuncias, funcionarios de la Agencia de Control de
Inmigración y Aduanas reiteraron la continuidad del plan Endgame,
concebido en 2001 para sacar del país a la mayor cantidad posible de
indocumentados.
Proseguiremos con las redadas en puestos de trabajo y los arrestos
contra dichos sujetos, aseguró el director de la Oficina de Detención
y Deportaciones, Anthony Tangeman.
Nuestra misión es sacar de la nación a todos esos extranjeros,
apunta Tangeman en un memorando.
Casi 300 mil inmigrantes ilegales fueron detenidos en territorio
estadounidense en 2007.