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— La situación de Bolivia centra hoy aquí los debates de una cumbre
extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA) convocada por el presidente venezolano, Hugo
Chávez.
En declaraciones a Venezolana de Televisión, Chávez anunció que el
encuentro tiene por objetivo buscar alguna forma de evitar un
empeoramiento de la situación en territorio boliviano en medio de los
intentos por dividir ese país.
Bolivia está a punto de estallar y es la derecha fascista que no
quiere diálogo, manifestó el estadista antes de acusar al imperio
estadounidense de inyectar odio en el pueblo del Altiplano a través de
una guerra mediática.
A veces uno tiene la sensación terrible y dramática de que no puede
hacer nada, pero a mi se me ocurrió convocar a una reunión
extraordinaria del ALBA y conversé del tema con Brasil, Ecuador y
Argentina, dijo.
La cumbre, a la que asisten los mandatarios boliviano, Evo Morales,
y nicaragüense, Daniel Ortega, así como el vicepresidente cubano
Carlos Lage, permitirá además avanzar en algunos temas de la alianza
alimentaria y energética.
El jefe de Estado venezolano agregó que impulsarán el tratado de
seguridad energética firmado en el marco del ALBA y, generarán de él
nuevos proyectos y empresas grannacionales para el desarrollo de los
pueblos del área.
Por su parte, Lage destacó los grandes desafíos de la actualidad,
entre ellos el de preservar la paz frente a un imperio "empeñado en
imponer su dominio sobre el mundo" a través de la destrucción, la
guerra y la muerte.
A su llegada al Palacio de Miraflores, Morales agradeció a su
anfitrión por el apoyo y manifestó confianza en la sabiduría de los
pueblos originarios, los movimientos sociales y el pueblo para frenar
las intrigas.