Un
encuentro secreto entre mafiosos y terroristas anticubanos acaba de
celebrarse en España encabezado por Caleb McCarry, procónsul designado
por Washington para materializar el denominado Plan Bush contra la
Isla caribeña.
McCarry, el equivalente a aquel administrador de la ocupación
estadounidense en Iraq, Paul Bremen, visitó Madrid de manera casi
clandestina, y se reunió en la embajada de Estados Unidos con
connotados terroristas y agentes de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA).
La cita con sujetos de la talla del plumífero Carlos Alberto
Montaner y Leopoldo Fernández Pujals, tuvo como propósito, según una
noticia publicada en el derechista periódico ABC bajo el título
"diplomacia discreta", "no impartir doctrina, sino escuchar a sus
interlocutores".
El encuentro, siempre de acuerdo con ABC, fue organizado por el
embajador norteamericano en España, Eduardo Aguirre, conocido por sus
estrechos vínculos de amistad con el desprestigiado jefe del régimen
norteamericano, George W. Bush, y sus continuas intromisiones en los
asuntos internos de este país europeo.
El procónsul norteamericano llegó a Madrid camuflado, como parte de
una gira secreta por el llamado Viejo Continente, que ha incluido
varios países, dirigida a intentar obligar a la Unión Europea (UE) a
conservar una postura hostil hacia Cuba.
Su periplo injerencista europeo ocurre en momentos en que existe un
acercamiento favorable de la UE hacia Cuba, y Washington ve en peligro
que el denominado Grupo de los 27 elimine de una vez sanciones
aplicadas a la Mayor de las Antillas, y que en estos momentos se
encuentran suspendidas.
Precisamente, en junio venidero, la UE deberá revisar esas injustas
medidas impuestas a Cuba, que desde su implantación en el 2003,
pusieron en tela de juicio la postura independiente de los 27 con
respecto a la Isla.
Para sorpresa de analistas y medios periodísticos en Madrid,
McCarry fue recibido además en España por el director general de
Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Sandomingo,
quien, según el propio diario, es "su interlocutor habitual".
La administración Bush no ha cesado en su empeño de que la UE
mantenga las sanciones contra Cuba, y para ese propósito ha utilizado
todo tipo de presiones.
Igual hizo Washington hace casi un año, luego de una favorable
visita oficial a La Habana del canciller español, Miguel Ángel
Moratinos.
Entonces varios funcionarios de la Casa Blanca fueron enviados con
urgencia a Europa con tal objetivo, entre ellos el mismísimo McCarry.