| Para que tengamos agua 
			Encuentro del compañero Raúl con el colectivo de dirección que 
			lleva adelante el proyecto estratégico de los trasvases que se 
			ejecutan para aprovechar las precipitaciones y los ríos de las zonas 
			montañosas del oriente y centro del país para, mediante presas, 
			canales, conductoras y túneles, trasvasar agua por no menos de nueve 
			provincias, y así contrarrestar los efectos de la sequía y 
			satisfacer necesidades de la población y los sistemas de riego 
			agrícolas que multiplicarán la producción agropecuaria Lázaro Barredo Medina 
			(Fotos) Raúl Abreu y Giovanni Fernández Cuba desarrolla una 
			estrategia para afrontar la amenaza de la escasez de disponibilidad 
			de agua en lo que resta de siglo. 
			 El 
			Segundo Secretario, acompañado del coronel Pedro José Astraín, 
			saluda al colectivo de dirección de la Empresa de Servicios 
			Ingenieros DIP-Trasvases. Cada día aparecen más y más señales en el mundo de que el agua, 
			uno de los recursos más importantes de que se sirve el hombre, se 
			encuentra seriamente en peligro y la penuria física de recursos 
			hídricos es de tal naturaleza, que ya hoy es materia fundamental de 
			las políticas de seguridad nacional de no pocos estados. La Revolución cubana en su primer cuarto de siglo de existencia 
			(1959-1986) desarrolló una férrea política de voluntad hidráulica 
			que multiplicó en más de 300 veces el agua embalsada al pasar de 29 
			millones de metros cúbicos en 1959 a más de 9 000 millones a fines 
			de la década de los 80; después, con su acostumbrada luz larga, el 
			Comandante en Jefe, previendo los serios problemas ecológicos del 
			mundo como consecuencia del galopante calentamiento global, orientó 
			la necesidad de desarrollar un amplio plan inversionista que 
			aprovechara el caudal del agua de la Sierra Maestra, el macizo 
			montañoso Nipe-Sagua-Baracoa y la Sierra del Escambray, para crear 
			un gran sistema nacional que trasvasara agua mediante 
			interconexiones en, al menos, nueve provincias del oriente y centro 
			del país. 
			
			 La 
			construcción y habilitación de los canales para evitar la pérdida de 
			agua por filtraciones. De inmediato comenzaron los trabajos por empresas del Ministerio 
			de la Construcción, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y 
			la Dirección de Construcciones Militares, atendiendo a que esta 
			estratégica obra para su óptimo funcionamiento no solo requiere 
			construir presas, canales, conductoras y otros objetos de obra, sino 
			también hacer más de 80 kilómetros de túneles en las montañas para 
			lograr una eficiente conexión del sistema. Realizados los proyectos e iniciados los primeros trabajos en 
			Mayarí, Holguín y en la zona de Agabama, en Sancti Spíritus, las 
			acciones fueron paralizadas cuando comenzó la aguda etapa del 
			Período Especial. Desgraciadamente, las obras fueron dañadas en 
			buena parte, en el caso de Mayarí por las crecidas de los ríos en 
			1998 y la falta de preservación, mientras que en el Agabama se 
			afectaron considerablemente por los huracanes que azotaron la zona 
			años atrás. 
			
			 habrá 
			que construir más de 80 kilómetros de túneles en las montañas para 
			facilitar el trasvase del agua. 
			Reinicio con una concepción más eficiente A finales del año 2004, ante la crisis ambiental que provocó una 
			severa y prolongada sequía con grandes pérdidas para las provincias 
			orientales y Camagüey, el Comandante en Jefe le orientó al entonces 
			Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro, reiniciar el 
			plan estratégico de las obras de los trasvases que será la garantía 
			para que el país disponga de agua en este siglo bajo cualquier 
			circunstancia. Para tener una idea de la importancia de estos trabajos, un "palo 
			de agua" de un día en las zonas montañosas de Sagua de Tánamo, que 
			hoy se pierde porque todo el preciado líquido va al mar, significa 
			aproximadamente el volumen de agua que consumen Holguín y Las Tunas 
			juntas en un año, sin contar el hecho de que serán evitadas las 
			perjudiciales inundaciones que ocurren en ciudades y poblados como 
			Sagua de Tánamo, Mayarí y muchos otros. 
			
			 Vista 
			aérea del lecho de la presa Melones que actualmente se construye en 
			las montañas de Mayarí. Este programa, además, es vital para la región oriental si se 
			tiene en cuenta su orografía y escasez de aguas subterráneas. La directiva del Ministro de las FAR contempló la necesidad de 
			reagrupar a los dirigentes fundamentales, proyectos y fuerzas que 
			estuvieron trabajando en las obras iniciales y orientó constituir 
			entonces un Grupo Especial de Enfrentamiento a la Sequía, y crear 
			una Dirección Integral de Proyectos (DIP) que asumiera todas las 
			gestiones necesarias para la ejecución del trasvase. De ahí surge la 
			Empresa de Servicios Ingenieros DIP-Trasvases, a la cual se le 
			plantearon los siguientes requerimientos: 
			
			 Un 
			medio ingeniero, conocido como “el toro”, en plena faena de 
			excavación de la entrada de un túnel · Trabajar todo con proyectos terminados; · En los proyectos incluir el aspecto ecológico y de protección 
			del medio ambiente; · Procurar un mínimo de afectación a la población, solo la 
			imprescindible y resolverla adecuadamente y lo antes posible; · Que todas las facilidades temporales y otras obras inducidas se 
			concibieran de modo que una vez terminada la construcción, el Poder 
			Popular local pudiese utilizarlas con fines comunales, centros 
			educativos, recreativos, viviendas y otros; · Darle tratamiento a la faja hidrorreguladora alrededor de las 
			presas y otras obras, así como proyectar y ejecutar trabajos de 
			repoblación forestal y eliminación de cargas contaminantes en las 
			cuencas. El Ministro de las FAR les indicó, además, el establecimiento de 
			un plan que enfrentase los atrasos en la ejecución de las obras, los 
			incumplimientos de la entrega de materiales, la desorganización y la 
			falta de control de los proyectistas, inversores y constructores, 
			deficiencias que representan inmovilización de cuantiosos recursos.
			 El Grupo de Dirección al que se le asignó esta misión de los 
			trasvases a principios del 2005, estuvo imbuido de las 
			preocupaciones que en julio de 1999 el compañero Raúl le había 
			expresado a los inversionistas y constructores del Polo Turístico de 
			Holguín, sobre cómo las negligencias e irresponsabilidades ponen en 
			riesgo la ejecución de los programas estratégicos del país, cuando 
			les dijo: "Meditando sobre las insuficiencias de nuestro proceso 
			inversionista, he llegado a la conclusión de que hay que cambiar 
			radicalmente los métodos y estilos de trabajo de los inversionistas, 
			proyectistas, constructores, suministradores... , nos hemos 
			habituado a ser "expertos" en dar reuniones, mítines, asambleas, 
			lanzar consignas, hacer compromisos de terminación de obras como 
			"saludo" a fechas históricas, que casi nunca se cumplen y en las 
			pocas veces que se logra, ha sido en detrimento de la calidad, 
			ejemplos sobran en todo el país y los constructores, mejor que 
			nadie, los conocen. Personalmente, siempre he pensado que esto es 
			pura fanfarria sin sentido. Al final nos vamos acostumbrando a 
			convivir con la mentira, los lamentos y a buscarle explicaciones a 
			los continuos aplazamientos de las fechas acordadas en los 
			contratos, en lugar de impregnar en los cuadros y en la masa 
			trabajadora el espíritu de combate y el sentido de la urgencia en 
			resolver los problemas, lo que solo se puede alcanzar cuando todos y 
			cada uno sepamos cumplir estrictamente con nuestro deber". Tres 
			años después avanzala primera etapa El pasado 15 de marzo, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, 
			Segundo Secretario del Partido, compartió en Mayarí con la dirección 
			de la Empresa de Servicios Ingenieros Dirección Integral de 
			Proyectos (DIP)-Trasvases para conocer sobre el estado de las obras 
			que se ejecutan en el Este-Oeste por fuerzas combinadas de las FAR, 
			el Ministerio de la Construcción y el Instituto Nacional de Recursos 
			Hidráulicos. Raúl, el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, el 
			general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín y Miguel Díaz 
			Canel, todos miembros del Buró Político del Partido, intercambiaron 
			opiniones con dirigentes de la empresa, así como con Fidel Figueroa 
			de la Paz, ministro de la Construcción y René Mesa Villafaña, 
			presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. El coronel Pedro José Astraín Rodríguez, diputado a la Asamblea 
			Nacional y director de la Empresa de Servicios Ingenieros DIP-Trasvases, 
			explicó los avances en la ejecución del primer tramo que comprende 
			la construcción de la presa Melones, en Mayarí, y de otras 
			importantes obras de túneles, canales y conductoras para garantizar 
			el trasvase, así como la interconexión de las presas Sabanilla (Birán), 
			Nipe (llevaba casi 25 años sin explotación), Gibara, Colorado y 
			Naranjo. El conjunto de gestiones realizadas por la DIP, según explicó el 
			coronel Astraín, ha permitido reducir el monto de la inversión en 
			este trasvase hasta el momento en más de 46 millones de pesos. Más adelante, el coronel Astraín manifestó el saldo favorable, el 
			aprendizaje de las fuerzas y la demostración de que se pueden romper 
			mitos, como el criterio de que era muy difícil desarrollar esta obra 
			si había que construir túneles, o que no era posible aplicar 
			técnicas que impidieran las pérdidas de hasta el 30 por ciento del 
			agua por filtraciones en los canales, o la presencia del proyectista 
			en la obra en labores de dirección, exigencia y ayuda para superar a 
			la fuerza de trabajo, que no siempre cuenta con los suficientes 
			profesionales. En el encuentro, se explicó cómo se está trabajando en paralelo a 
			la planificación de los sistemas de riego asociados al trasvase, lo 
			cual beneficiará a extensas zonas de producción agrícolas. También se analizaron algunas ideas sobre el aprovechamiento de 
			la técnica y la fuerza de trabajo a partir del concepto de que por 
			la importancia de obras como esta, cuando se dispone de un 
			equipamiento nuevo, se hace imprescindible trabajar 
			ininterrumpidamente más de un turno, y asegurar el correspondiente 
			mantenimiento de la técnica. En esencia, si se cuenta con estos modernos equipos y se 
			aprovechan con la implementación de más de un turno de trabajo, se 
			pueden recuperar los atrasos provocados hasta este momento por la 
			insuficiente disponibilidad de medios y mal estado técnico de los 
			existentes, y avanzar en la ejecución de las inversiones. Casi al finalizar la reunión, el Segundo Secretario del Partido 
			le expresó a los presentes la satisfacción por la marcha de esta 
			obra.  Datos sobre agua en el mundo · Desde 1900, la población mundial se ha triplicado, pero la cantidad 
			de agua dulce utilizada se ha sextuplicado. · La población mundial crece, en promedio, en 85 millones 
			anuales. Mundialmente, el consumo de agua se duplica cada 20 años.
			 · El agua ocupa hoy en el 
			mundo el 70 % de la superficie de la tierra, pero solamente poco más 
			del 2 % es agua dulce y de estos 1 400 millones de kilómetros 
			cúbicos de agua que existen en el planeta Tierra, el 001 % es 
			utilizable. · Solo cinco por ciento de las aguas residuales en todo el mundo 
			son objeto de tratamientos para purificarlas y reciclarlas. · Para resolver la situación actual se requiere invertir unos 180 
			000 millones de dólares anuales. · Doce millones de personas mueren anualmente de enfermedades 
			relacionadas con la falta de agua. · De acuerdo con las Naciones Unidas, una de cada 5 personas en 
			el mundo no tiene acceso al agua potable, mientras que alrededor de 
			2 400 millones carecen de condiciones adecuadas de salubridad. · El Banco Mundial estima que para el año 2035, la mitad de la 
			población mundial vivirá en países donde habrá graves problemas por 
			la falta de agua. ¿Qué son los Trasvases? 
			
            (Ver 
            esquema general de los trasvases) 
 Los trasvases son una obra estratégica 
            del país para contrarrestar las sequías y garantizar el suministro 
            del preciado líquido a la población, así como el desarrollo de los 
            sistemas de riego agrícola que multipliquen la producción de 
            alimentos, cuyo proyecto de ejecución total debe comprender un 
            período de aproximadamente 15 años para represar las precipitaciones 
            que asiduamente caen sobre los macizos montañosos y hoy van al mar, 
            y después trasvasarlas mediante canales y conductoras en por lo 
            menos nueve provincias del centro y oriente. Se han concebido tres 
            Trasvases: CENTRO-ESTE, desde el Sur de Sancti Spíritus, pasando por 
            Ciego de Ávila y hasta el Sur de Camagüey; ESTE-OESTE, que vinculará 
            a las provincias de Holguín, Las Tunas, noreste de Camagüey y el 
            norte y centro del Valle del Cauto; NORTE-SUR, lo integrarán los 
            sistemas de ríos Toa-Yateras-Guaso y Sabanalamar-Pozo Azul, ambos en 
            Guantánamo.
 
			
             (Ver 
            esquema trasvase centro este) 
 El Trasvase 
			Centro-Este, parte de las estribaciones de la Sierra del Escambray 
			con la construcción de la presa Agabama, interconectada a la presa 
			Zaza, la mayor de Cuba con capacidad para más de 1 000 millones de 
			metros cúbicos, y que trasladará el agua mediante canales desde 
			Sancti Spíritus, por el sur de Ciego de Ávila y Camagüey, hasta la 
			presa Muñoz.
 
             (Ver 
            esquema trasvase este-oeste) 
 El Trasvase 
			Este-Oeste se construye para llevar el agua de los ríos que nacen en 
			el macizo montañoso de Nipe-Sagua-Baracoa a las fértiles llanuras 
			del norte de Holguín, Las Tunas, noreste de Camagüey y el norte y 
			centro del Valle del Cauto. En estos momentos se ejecuta la primera 
			etapa para embalsar el agua del Río Mayarí en la Presa Melones, que 
			se construye en las montañas con una capacidad máxima de 630 
			millones de metros cúbicos (aunque a los 430 millones comenzará a 
			aliviar y desde mucho antes estará entregando agua al sistema) y 
			llevar el preciado líquido hasta la Presa Sabanilla (Birán), para 
			luego, elevarla mediante bombeo y enviarla por gravedad, a través de 
			túneles y canales al macizo cañero de Urbano Noris y hasta la Presa 
			San Andrés, al oeste de la provincia de Holguín, en los límites con 
			Las Tunas. Como parte de este proyecto está prácticamente terminada 
			la construcción y en etapa de ajuste y puesta en marcha la 
			Conductora entre las presas Nipe-Gibara, en las inmediaciones de la 
			ciudad de Holguín, lo cual permitirá resolver definitivamente el 
			abasto a esa urbe. Mientras que ya se construyó y está en 
			explotación la Conductora Colorado-Naranjo, que lleva el agua desde 
			la Presa colorado, conectada por el rio con la presa Gibara, hasta 
			el embalse Naranjo, con lo cual se asegura, junto a las plantas de 
			tratamiento, el abasto de agua de las instalaciones del Polo 
			Turístico, contra los efectos de cualquier sequía. Como el agua del 
			Mayarí no resulta suficiente para poder llegar hasta los límites de 
			Las Tunas y continuar luego hacia Camalote, en el noreste de 
			Camagüey, será necesario trasvasar también las aguas del río Sagua y 
			otros afluentes intermedios hacia Melones, mediante varias presas y 
			túneles, e inclusive más adelante la del Moa, embalsada en la presa 
			Nuevo Mundo y otros más al este, lo que constituye otra etapa 
			compleja de la construcción de este Trasvase.
 
            El 
			Trasvase Norte-Sur, estará compuesto por los sistemas de los ríos 
			Toa-Yateras-Guaso y Sabanalamar-Pozo Azul, ambos en la provincia de 
			Guantánamo. El sistema Sabanalamar-Pozo Azul trasvasará las aguas 
			del río Sabanalamar mediante una derivadora y un túnel de 1,8 
			kilómetros hacia el embalse de Pozo Azul. Esto permitirá triplicar 
			las áreas de riego del Valle de Caujerí, eliminando el bombeo que 
			consume unos 700 000 CUC en gasto de electricidad al año. Se estudió 
			y comenzó el proyecto de la presa sobre el Yateras y el del túnel de 
			unos 3,5 kilómetros para atravesar la Sierra de Maquey y, mediante 
			canales llegar al Guaso, con lo cual se benefician los pobladores de 
			la ciudad de Guantánamo, mientras que para incorporar el agua del 
			Toa será necesario hacer una derivadora y aproximadamente 17 
			kilómetros de túneles. (Ver 
            esquema trasvase norte-sur) 
 
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