.— La violencia en Iraq bajo 
          ocupación militar de Estados Unidos ha provocado un grave deterioro de 
          la situación humanitaria en la sureña ciudad de Basora, advirtió hoy 
          el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
          El repunte de violencia en los últimos días en esa segunda ciudad 
          de Iraq ha obligado a imponer un toque de queda que impide a los 
          trabajadores humanitarios distribuir la ayuda entre la población 
          necesitada, indicó la agencia de la ONU.
          De acuerdo con estadísticas de la UNICEF, de los más de tres 
          millones de personas que habitan Basora, la mitad de ellos son niños.
          El acceso al agua potable es particularmente crítico. Estimamos que 
          sólo quedan reservas para dos días, según un reporte de UNICEF que 
          cita a su portavoz oficial en Ginebra Veronique Taveau.
          Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones 
          (OIM) informó hoy que la escalada de violencia en Iraq ha obligado a 
          suspender sus operaciones de ayuda a millones de damnificados.
          La OIM ha estado brindando ayuda de emergencia a más de cinco 
          millones de desplazados, retornados y comunidades afectadas desde el 
          comienzo de la intervención militar estadounidense en Iraq hace cinco 
          años.
          La mayoría de las personas se encuentra atrapada en sus hogares y 
          la dificultad de trasladarse ha afectado severamente el abastecimiento 
          de alimentos, agua, combustible y medicamentos, señaló la OIM en un 
          comunicado de prensa.