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          — Los combates entre el Ejército del Mahdi, leal al clérigo musulmán 
          chiíta Moqtada al Sader, y las fuerzas de seguridad se extendieron hoy 
          a las sureñas ciudades iraquíes de Nassariya y Mahmoudiya, informó la 
          policía.
          Según la fuente, la milicia de base confesional atacó a una unidad 
          militar especial y la sede del gobierno municipal en Nassariya, y un 
          residente en el lugar también se refirió a una comisaría.
          Durante las acciones cuatro policías perecieron y algunos 
          integrantes del Ejército del Mahdi resultaron detenidos, agregaron los 
          agentes.
          Un balance preliminar indicó que hay más de un centenar de muertos 
          entre milicianos y tropas iraquíes, los cuales chocaron en Bagdad y en 
          zonas de comunidades religiosas musulmanas chiítas en el sur iraquí, 
          principalmente en la urbe petrolera de Basora.
          Aún se desconocen los detalles de los enfrentamientos armados en 
          Mahmoudiya, y sólo trascendió el inicio de esos enfrentamientos.
          Mientras que el líder religioso Moqtada Sadr abogó por una solución 
          pacífica ante el ascenso de la violencia desatada 25 de marzo, el 
          primer ministro, Nuri al Maliki, ofreció este viernes dinero a los 
          milicianos que entreguen las armas.
          En una declaración emitida por su oficina, el jefe del gobierno 
          hizo la propuesta, con la cual espera neutralizar a las fuerzas 
          enemigas.
          "Todos aquellos que tienen armas pesadas y medios deberían 
          entregarlos a las fuerzas de seguridad y recibir una recompensa 
          financiera, a partir de este viernes y hasta el 8 de abril", señala el 
          texto.
          No obstante, el ofrecimiento fue acompañado por las amenazas que Al 
          Maliki está lanzando desde el pasado lunes, cuando sus tropas atacaron 
          al Ejército del Mahdi en Basora.
          La víspera, en consonancia con los fundamentos utilizados por las 
          tropas estadounidenses de ocupación en Iraq, el primer ministro 
          reiteró su intención de eliminar a quienes identifica como criminales.