BEIJING, 27 de
marzo.— El presidente Hu Jintao reiteró en esta capital que el Tíbet
y Taiwán son partes inalienables de China y que el Dalai Lama debe
aceptarlo si quiere tener contactos con las autoridades del país,
reportó PL.
Hu sostuvo la víspera una conversación telefónica con el
mandatario norteamericano, George W. Bush, según reportó la
Cancillería en un comunicado difundido ampliamente hoy por la prensa
local.
El jefe de Estado de la nación asiática explicó a su interlocutor
que la política de Beijing hacia el Dalai Lama es clara y firme, y
siempre ha actuado hacia él con una gran paciencia.
En ese aspecto —de acuerdo con el comunicado— Hu insistió en que
(el Dalai Lama) debe abandonar completamente el reclamo de
independencia del Tíbet y poner fin a las actividades destinadas a
desmembrar a la patria.
China exige en especial que debe cesar las actividades para
incitar y tramar crímenes violentos en el Tíbet, así como en algunas
otras regiones, y dejar de sabotear los próximos Juegos Olímpicos de
Beijing, dijo.
La posición expresada por el líder chino fue expuesta el pasado
18 de marzo por el primer ministro, Wen Jiabao, al decir que la
posibilidad de diálogo siempre estaba abierta si el Dalai renuncia a
separar el Tíbet de China.
En la conversación con Bush, Hu señaló que lo ocurrido en Lhasa,
la capital tibetana, no fueron manifestaciones pacíficas, sino
crímenes graves y violentos que ningún Gobierno responsable se
limitaría a contemplar.
Los participantes alteraron seriamente el orden social y pusieron
en serio peligro la seguridad de la vida y las propiedades públicas,
agregó el Presidente.
Durante la conversación se trató igualmente el tema de Taiwán y
se intercambiaron puntos de vista sobre la cuestión nuclear de la
península coreana y otros asuntos de interés mutuo, según refiere el
comunicado.