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— Versiones sobre el intento de Estados Unidos de incluir a Venezuela
entre países supuestamente terroristas es recibida hoy aquí como
ratificación de la continuidad de una política hostil que puede
recrudecerse en los próximos meses.
Ayer el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que este año se
deben esperar más planes de Washington como el desactivado en la
reciente Cumbre de Río en Santo Domingo, luego del ataque militar
colombiano a territorio ecuatoriano.
Chávez pidió a los venezolanos mantenerse alertas ante nuevas
conspiraciones, por ser este el último año de mandato del presidente
George W. Bush, quien se ha caracterizado por la hostilidad y
agresividad contra el gobierno venezolano.
Para el ministro de Información y Comunicación, Andrés Izarra, se
trata de una nueva estrategia luego de la derrota sufrida a la
variante de la guerra en la Cumbre del Grupo de Río.
Según su criterio es otro esfuerzo de Bush de aislar a Venezuela y
continuar la guerra política, económica y mediática contra su país.
También el vicecanciller Jorge Valero consideró la maniobra
"desvergonzada e inusual', emprendida por un gobierno que practica el
terrorismo de Estado y ocupa Iraq y Afganistán sin respetar el derecho
internacional.
Dirigentes políticos como Aristóbulo Istúriz, miembro de la
dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),
coinciden en que se trata de un nuevo intento de preparar acciones
belicistas contra Venezuela.
La guerra preventiva es lo que nos quieren imponer, afirmó Istúriz,
quien atribuye la hostilidad estadounidense a la amenaza que Venezuela
representa para las políticas expansionistas.
El propio presidente Chávez insiste en denunciar que con la
denominada guerra preventiva, basada en acción militar contra un país
acusado de terrorista, se busca realmente ocuparlo y controlar sus
recursos naturales como el petróleo.
El Analista Jefe de Seguridad y Defensa de la Secretaría del
Consejo de Defensa de la Nación, Edgar Barreto, estima que la masacre
realizada en Ecuador por tropas colombianas fue planeada de antemano
por el gobierno estadounidense.
Según su criterio, lo que está de trasfondo en esta situación es la
política intervencionista planteada con el Plan Colombia y la
activación de la doctrina de la guerra preventiva.
A ello se suma, en su opinión, la versión de la supuesta
adquisición por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
de 50 kilogramos de uranio, un hilo para vincular a Venezuela con la
guerrilla calificada de terrorista por Washington.