— Estados Unidos practica una clara estrategia de dividir cuando
quiere presionar a la Unión Europea (UE) y ahora lo hace en su nueva
ofensiva sobre Cuba, afirma hoy el diario español Público.
El periódico dice que esa línea fue desarrollada por la Casa Blanca
contra la UE cuando la guerra en Iraq, con la complicidad de los
entonces gobernantes británico Anthony Blair y español José María
Aznar, y en el caso de la independencia de Kosovo.
Agrega que el presidente norteamericano, George W. Bush, sigue
ahora "los mismos pasos para conseguir avances en la gran obsesión de
su último año de mandato: el cambio en Cuba".
Para eso, apunta, Washington concentra todos sus esfuerzos en los
países de Europa del Este encabezados por Eslovenia, que ocupa este
semestre la presidencia de la UE.
El diario madrileño sostiene que la meta de Bush "es poner en jaque
la política del diálogo constructivo" impulsada por el gobierno
español entre la agrupación europea y la isla caribeña.
En ese sentido, destaca que España, Francia, Italia y Portugal no
han sido invitados a reuniones convocadas por el secretario de
Comercio estadounidense, Carlos Gutiérrez, y el departamento de
Estado.
Público revela que los países excluidos pidieron a Eslovenia, en su
condición de presidente en ejercicio de la UE, que informara a Estados
Unidos sobre la existencia de mecanismos propios de la agrupación para
el tratamiento de diversos asuntos.
Pensamos, y con nosotros la mayoría, que la presidencia de turno
tiene que imponerse, decir: nuestros mecanismos de funcionamiento son
éstos. No nos gusta que se invite a unos sí y a otros no, dijo al
diario un diplomático europeo.
En su más reciente ataque contra Cuba, Bush destacó el papel que
desempeñan la República Checa, Estonia, Hungría, Lituania, Letonia,
Polonia, Eslovaquia y Eslovenia en la hostilidad de Estados Unidos
hacia la isla caribeña, acota el periódico español.