La actual crisis financiera y la recesión en los Estados Unidos, su
impacto sobre las economías de América Latina, países desarrollados y
otras regiones como Asia, con la posibilidad cada vez más cierta de
convertirse en global, de consecuencias gravemente impredecibles,
constituyeron uno de los temas esenciales de la jornada de ayer en el
X Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y
Problemas del Desarrollo.
Ponentes de la Comisión dedicada a los Problemas Monetarios y
Financieros enfocaron desde diferentes ángulos la situación de la
economía estadounidense, pero de una forma u otra todos coinciden en
que domina la coyuntura económica internacional.
El "efecto contagio", derivado de la desaceleración previsible del
ritmo de crecimiento de la economía norteamericana, fue reiteradamente
mencionado en las diferentes exposiciones a partir de hechos y
ejemplos como las crisis inmobiliarias de los últimos meses en el
Reino Unido y España; la situación de las economías china e hindú, en
dependencia de sus exportaciones y la rentabilidad de estas; y las
pérdidas multi-millonarias sufridas por importantes bancos de Europa y
Japón.
El debate de si ya está o no en recesión la economía de EE.UU.,
reveló criterios variados de los ponentes. Lo que sí no dejó lugar a
dudas fue que la actual crisis llevará a ello, y será la de peores
efectos en décadas.
Los crecientes niveles del déficit comercial y en cuenta corriente
de los Estados Unidos, insostenibles a largo plazo según reconocen
prácticamente todos los economistas, y que ha derivado en un marcado
incremento de su endeudamiento externo neto; la evidente disminución
en el valor del dólar desde el 2002; y el incremento sostenido de los
precios del petróleo y las materias primas, fueron asimismo
ampliamente argumentados.
También se abordaron las visiones europeas de la globalización, las
principales dimensiones de la integración sudamericana, y la situación
y perspectivas de la economía de América Latina y el Caribe.
El mundo al revés,
por Eric Toussaint