Convocados en coincidencia con la movilización mundial por un mundo
mejor posible, en Cuba tendrán lugar este año la IV Asamblea de los
pueblos del Caribe y el VII Encuentro hemisférico de lucha contra los
TLC.
Los llamados a ambas citas comenzaron a circular ya en el mundo,
cuando el Foro Social Mundial del 2008 se multiplica en un centenar de
naciones con manifestaciones, seminarios, jornadas de reflexión y
conciertos, que tendrán su máxima expresión este sábado con el Día de
acción global.
En ese contexto se iniciaron los trabajos preparatorios del evento
contra los Tratados de Libre Comercio (TLC), a través de la Alianza
Social continental y el capítulo cubano del Foro Social Mundial (FSM),
y que tendrá lugar en la capital cubana del siete al 11 de abril.
José Miguel Hernández, representante de la isla en el FSM, dijo a
la prensa que el séptimo encuentro hemisférico agrupará al movimiento
alternativo con posibilidades y escenarios de lucha contra esos
Tratados impuestos por Estados Unidos.
Explicó que en la amplia agenda de debate estarán candentes temas
como el libre comercio, la deuda externa de los pueblos, las
instituciones financieras internacionales y su nueva arquitectura en
la región, el medio ambiente, la energía y los biocombustibles.
Se trabajará, subrayó, en la construcción de vías y proyectos,
redes de lucha y un programa de acción, todos en plenario que
sesionará en el Palacio de las Convenciones.
No menos sobresaliente es el otorgamiento a Cuba, por primera vez,
de la sede de la Asamblea general de los pueblos del Caribe, que en su
cuarta edición tendrá lugar del 28 de junio al 5 de julio próximos.
El Caribe: diversidad, resistencias, solidaridad e integración
alternativa será el lema central de este encuentro de organizaciones
sociales, que analizará temas como los movimientos independentistas,
las luchas anticoloniales y las bases militares, además de la
insostenibilidad del modelo neoliberal, entre otros.
Surgida en 1994, esa Asamblea general, como dinámica alternativa,
celebró su primera cita en Trinidad y Tobago, la segunda en República
Dominicana y la tercera en Cabo Haitiano, ciudad histórica en la que
se inició la primera revolución de esclavos, que condujo a la
independencia de Haití.