BAGDAD, 22
de enero.— La violencia no se ha detenido en el país árabe, pese al
despliegue de miles de efectivos de las fuerzas conjuntas
iraquí-norteamericanas, que forman parte de una operación de gran
envergadura que pretende acabar con todos lo focos de la resistencia.
En este contexto, el mando estadounidense admitió la muerte de uno
de sus soldados, que viajaba en los carros blindados enviados
recientemente por el Pentágono a la agredida nación.
El militar sucumbió cuando una bomba a la orilla del camino
estremeció al nuevo transporte MRAP, presuntamente resistente a minas
y protegido contra emboscadas.
El gobierno del presidente George W. Bush ordenó enviar más de 10
000 transportes MRAP hacia el país árabe, con un costo de 21 000
millones de dólares, recordó PL.