Para el ahorro y la eficiencia energética

Confían responsabilidad a supervisores estatales

Millonarias sumas malgastadas por deficiente uso y control de portadores energéticos en entidades estatales... Si disminuyera el consumo de combustible en apenas un 2,5%, el país dejaría de gastar unos 100 millones de dólares... Prosigue montaje de grupos electrógenos de fuel oil... Más del 90% del combustible es distribuido mediante el sistema de tarjeta magnética... Continúan los estudios sobre la fuerza de los vientos en Cuba... En Gibara está por concluir nuevo parque eólico

María Julia Mayoral
ma.julia@granma.cip.cu

Un mal uso de combustibles y lubricantes continúan haciendo numerosas empresas y entidades presupuestadas en Cuba, como si la nación pudiera darse el lujo de dilapidar recursos, trascendió en el primer acto con Supervisores Estatales al Consumo y Control de los Portadores Energéticos, que firmaron ayer su Código de Ética.

Lage y Yadira reconocieron las importantes misiones asignadas a los supervisores.

Para Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, las tareas asignadas a esos especialistas de Cuba-Petróleo (CUPET) y de la Unión Eléctrica (UNE), revisten la mayor importancia.

Queremos que sean, a partir de su preparación técnica, responsabilidad y dedicación, un cuerpo especial con toda la autoridad para fiscalizar permanentemente cómo se están utilizando la electricidad, los combustibles y los lubricantes, definió el también miembro del Buró Político.

Sus evaluaciones deben sugerir medidas de control, sanciones a los que irresponsablemente incumplan, y soluciones técnicas en aras de la eficacia, recalcó.

Pueden convertirse, por tanto, en una fuerza que compulse, exija y ayude al país en su marcha por el camino de la eficiencia energética, subrayó el Vicepresidente del Consejo de Estado, en la ceremonia donde estuvo presente Yadira García, ministra de la Industria Básica e integrante del Buró Político.

Más eficiente la energía producida mediante los grupos de fuel oil. Los de diésel solo entran en funcionamiento durante los picos eléctricos.

Por los altos precios de los hidrocarburos, cada tonelada ahorrada significa dejar de gastar considerables sumas de divisas que pueden utilizarse en otros sectores y programas.

Cuba consume 8 millones 200 000 toneladas de petróleo al año. Si el monto se redujera en apenas 2,5%, representaría una disminución de 200 000 toneladas, que a los precios actuales equivalen a unos 100 millones de dólares. Esa cantidad de dinero, advirtió Lage, resulta similar al aporte neto de la exportación de tabaco, lo que es decir la contribución hecha por 126 000 trabajadores.

Para la economía de cualquier país que no sea productor de petróleo (el nuestro importa aproximadamente la mitad de su consumo), la situación internacional presente y perspectiva plantea no pocos contratiempos, pero también oportunidades para priorizar el ahorro, aseguró.

La Revolución Energética concebida y dirigida por Fidel, continuó Lage, no es un conjunto de tareas para lograr determinados objetivos en un plazo dado de tiempo. Se trata de una concepción, de una filosofía, dijo, dirigida a encontrar en el ahorro permanente el más importante potencial de recursos del país.

En términos de posibilidades, señaló, el ahorro resulta infinito tanto por la vía de las inversiones como del mejoramiento de la eficiencia, la organización y el control. Si bien en estos años ha habido ahorros en distintos sectores y actividades, hay muchas oportunidades sin explotar debido al despilfarro y la falta de vigilancia.

Hasta en los lugares donde encontramos avances, si profundizamos en el análisis podemos encontrar nuevas medidas e ideas para hacer las cosas mejor, comentó.

SOLUCIONES ENCONTRADAS

Hace dos años, en enero del 2006, durante el acto por la culminación del montaje de los grupos electrógenos en Pinar del Río, Fidel expresó que habría un antes y un después de la Revolución Energética. Para la provincia significó la posibilidad de eliminar los apagones por déficit de generación al disponer de 253 MegaWatts (MW) en los nuevos equipos de diésel. Ese programa, significó Lage, continuó en el resto del país y ya concluyó con la instalación de 1 295 MW.

Es prioridad nacional, indicó, producir electricidad con inferior consumo de portadores energéticos. Ello explica por qué la base del sistema descansa en el uso del gas acompañante del petróleo y el fuel oil, mientras que los grupos de diésel solo entran a funcionar en los horarios de máxima demanda.

En estos momentos hay 373 MW instalados en los grupos de fuel oil, y la capacidad de generación por esa vía debe llegar a casi 1 700 MW. En cuanto al gas el aporte asciende a 150 MW, y la cifra deberá aumentar en la medida en que la disponibilidad lo permita.

También se ha trabajado en la ubicación de grupos electrógenos de emergencia para asegurar el funcionamiento de hospitales, policlínicos, centros de elaboración de alimentos y fuentes de abasto de agua cuando se produzcan interrupciones del servicio por el embate de ciclones y otros fenómenos climatológicos.

Para esos fines, explicó, hoy la nación dispone de unos 6 000 equipos si se cuentan los existentes desde hace años y los aproximadamente 4 000 instalados como parte de la Revolución Energética. Por las inversiones en curso, este año superarán los 7 000, con capacidad total ascendente a cerca de 900 MW.

También progresan otros frentes del programa como la sustitución de bombillos y equipos electrodomésticos ineficientes, y el estudio de la capacidad eólica, con la ubicación de más de 80 medidores de la fuerza de los vientos. Los resultados de las mediciones, indicó, permitirán adoptar nuevas decisiones. Por el momento, está próximo a concluir el montaje del segundo parque eólico del país que, con carácter experimental, se levanta en la localidad holguinera de Gibara.

Sobre la organización en la entrega de los combustibles, Lage destacó que actualmente más del 90% es distribuido mediante el sistema de tarjeta magnética, lo cual favorece el control. A ello se une, recordó, la ubicación de nuevo equipamiento en los servicentros.

En el Memorial José Martí tuvo lugar la ceremonia con los 65 supervisores de La Habana y Ciudad de La Habana. Los pertenecientes a las demás provincias —otros 200— prestarán similar juramento en el transcurso del mes.

 

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