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El presidente George W. Bush anunció hoy un plan encaminado a
apuntalar la vacilante economía estadounidense, golpeada por la crisis
en los sectores inmobiliario y de alto riesgo.
En una corta intervención, el gobernante, tras reconocer la grave
situación, indicó que al programa se destinarán 145 mil millones de
dólares e incluye el recorte de impuesto y elude gastos carentes de
impactos positivos inmediatos en la economía.
Explicó que ya se tomó contactos con parlamentarios de los dos
partidos y actualmente estudian como incorporarle sugerencias de ambas
partes.
El objetivo, dijo Bush, es evitar la recesión y estimular el
consumo, factor fundamental del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Este programa será temporal y para hacerlo efectivo se pondrá en
marcha a la mayor brevedad. Abarcará el uno por ciento del PIB, lo
cual no excluye la aplicación de medidas adicionales, apuntó.
Las autoridades norteamericanas temen que la crisis hipotecaria y
la caída del consumo lleven al país a la recesión.