Canet, despedida de un maestro del grabado

MARTA ROJAS
marta.rr@granma.cip.cu

Esta semana murió Antonio Canet con la misma humildad y recato con que vivió sus 66 años de apasionado bregar artístico, especialmente en el grabado. Su obra imperecedera lo mantendrá vivo. Él fue, según atestiguó la artista y curadora Lesbia Vent Dumois, "uno de los más prolíferos grabadores con una larga trayectoria de artista incansable y capaz". Nació en 1942 en Casablanca y falleció en Regla: fue un hijo ultramarino de la ciudad de La Habana desde el alumbramiento a la despedida.

Canet reflejó en el grabado a Fidel y al autor intelectual del Moncada, José Martí.

Lo conocí cuando en 1959 impartía clases prácticas de técnica de grabado y realizaba exposiciones en unidades militares del Ejército Rebelde. Luego estaría en el Taller Experimental de Grabado y poco tiempo después en la Asociación Internacional de Artistas Plásticos de la UNESCO.

Aunque realizó pinturas en cartulina y marinas en óleo, todas de gran belleza y originalidad, el grabado continuó siendo su pasión. Recuerdo los elogios que le hizo en una ocasión Lilia Esteban de Carpentier, que lo llenaron de emoción porque me dijo: "A ella que conoce todos los museos posibles le ha gustado mi obra". Son famosas las 200 piezas y 50 viñetas, realizadas por él en las técnicas de litografía y xilografía para el volumen que recoge su serie Cecilia Valdés (Editorial Letras Cubanas, 1983). De esta serie tan compleja como hermosa, una publicación de la Universidad de Harvard reprodujo 25 grabados. La línea de ilustración de textos literarios la enriqueció Canet con el trabajo para la novela Lucía Jerez, de José Martí, en España donde, además, fundaría el Taller de Grabado Buril-Badajoz, en Extremadura.

Cinco exposiciones personales en 1959 y casi cincuenta entre esa fecha y el 2001, fueron solo una parte de su quehacer. Entre ellas no faltó su obra de solidaridad con Viet Nam.

Aunque sería ofensiva a su discreción, no me reprimiré para decir que la apoteosis en el grabado sería la osada y lograda serie inspirada en La Historia me Absolverá, titulada Fidel y el Moncada, vistos por Canet, conjunto excepcional publicado por la Editorial Letras Cubanas, —de la que fue en una época diseñador—, en homenaje al aniversario 50 del asalto a la fortaleza santiaguera, que recoge unos 250 grabados del artista. Estas estampas ilustran con belleza y rigor histórico, textos del histórico alegato del joven abogado Fidel Castro en el juicio del Moncada el 16 de octubre de 1953.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir