En juicio celebrado ayer en la Sala Octava del Tribunal Provincial 
          Popular de Ciudad de La Habana, los acusados Osmel Kindelán, Yoandri 
          Kindelán y Rashid Torres, fueron sancionados a cinco, tres y dos años 
          de privación de libertad, respectivamente, por la comisión de los 
          delitos de desorden público, atentado y coacción. Estos hechos 
          tuvieron lugar en la madrugada del pasado 29 de octubre en el interior 
          de un ómnibus de la ruta 114, perteneciente a la terminal de Palatino.
          Al abordar el vehículo de transporte público en la calle 100, del 
          municipio de Boyeros, los jóvenes, acompañados de unos amigos, pasaron 
          junto al conductor y siguieron hasta el fondo del ómnibus sin abonar 
          el pasaje. Requeridos por este y por un agente de la Policía Nacional 
          Revolucionaria que se encontraba entre los pasajeros, finalmente 
          entregaron el dinero. Pero de inmediato originaron un desorden público 
          que concluyó con lesión al conductor, forcejeos con el policía, y 
          amenazas contra el chofer "blandiendo una botella de cristal", para 
          que este no detuviera la guagua.
          Según datos aportados a Granma por la Dirección Provincial 
          de Transporte, actitudes antisociales como estas han provocado hasta 
          la fecha daños a 27 ómnibus. De estos últimos, 16 son articulados 
          Mercedes Benz pertenecientes a la terminal de Alamar y 11 son marca 
          Yutong, adquiridos en la República Popular China y puestos 
          recientemente en explotación como parte del programa de reanimación de 
          este vital servicio.
          Al intervenir recientemente en el programa radiotelevisivo Mesa 
          Redonda, Jorge Luis Sierra, miembro del Buró Político y ministro de 
          Transporte, alertó que "las inversiones no son exclusivamente las que 
          pueden resolver los problemas e insatisfacciones de la población 
          relacionadas con este servicio público; pesa mucho el actuar de los 
          hombres".
          Las actitudes negativas de elementos inescrupulosos, el maltrato a 
          la población, las indisciplinas de trabajadores y pasajeros, subrayó, 
          tienen que ser combatidas con energía y exigencia, "muy unidos los 
          transportistas a nuestro pueblo, denunciando cada hecho con la 
          valentía que se requiere y sancionándolo con rigor".