Naciones Unidas confirmó hoy la
muerte de 17 empleados en los ataques dinamiteros ocurridos esta
semana en la capital argelina y distribuyó un mensaje del secretario
general, Ban Ki-moon.
He conocido con profunda tristeza que el número de muertes por las
bombas en Argel el lunes pasado es incluso mayor que lo temido, señala
Ban en su pronunciamiento.
Diecisiete colegas han sido confirmados como muertos, un devastador
alto número de inocentes argelinos también fallecieron, así como
nacionales de otros países, agrega la declaración divulgada por la
vocera Marie Okabe.
El Secretario General, quien se encuentra hoy en Timor Leste, se
solidariza con todos empleados de las Naciones Unidas que "trabajan
cada día en difíciles y peligrosas circunstancias a favor de la paz,
el desarrollo y los derechos humanos en todo el mundo".
Aquellos que tienen en su mira a civiles inocentes cometen un
crimen indescriptible, subraya el diplomático surcoreano, quien afirma
que el terrorismo nunca está justificado y daña a todas las naciones,
grandes y pequeñas, ricas y pobres.
El funcionario asegura que no descansará hasta tanto la ONU ofrezca
adecuada seguridad para todos sus empleados, donde quiera que sirvan,
y que buscará todas las vías posibles para cerciorarlo.
Ban envió al administrador del Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo, Kermal Dervis, hacia Argelia a pocas horas de los
atentados terroristas que se atribuyó Al Qaeda.
Según las informaciones, Dervis visitó a los heridos y se
entrevistó con los familiares de las víctimas mortales.