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El gobierno boliviano advirtió hoy que desea las relaciones con
Estados Unidos sólo basadas en el respeto mutuo, y exigió el cese de
la labor conspirativa del embajador Philip Goldberg.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, afirmó
que Bolivia exige relaciones diplomáticas en el marco del respeto, sin
injerencias.
"El embajador estadounidense, Philip Goldberg, se reúne y apoya a
los miembros del Poder Judicial, uno de los organismos más corruptos
del país", denunció Choquehuanca.
La víspera, el presidente Evo Morales acusó al diplomático norteño
de apuntalar una conspiración contra el proceso de cambios
democráticos que vive este país andino.
Denunció los planes de desestabilización nacional que coordina y
financia Goldberg, más dedicado a la política que a la diplomacia
aquí, aseguró.
Morales reiteró que la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) financia a la oposición a través de
fundaciones donde laboran ex ministros de anteriores gobiernos.
A su vez, Choquehuanca respetó la decisión norteña de aconsejar a
sus ciudadanos abstenerse de viajar a esta nación andina, debido a la
actual coyuntura política.