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Una proeza de las ciencias cubanas
A 10 años del hallazgo
e identificación de los restos del Che y sus compañeros
FREDDY PÉREZ CABRERA Y ORLANDO
ORAMAS LEÓN
SANTA CLARA.—La
búsqueda, hallazgo e identificación de los restos del Che y sus
compañeros de guerrilla resultó una proeza científica fruto de la
investigación y el trabajo multidisciplinario de especialistas e
instituciones cubanas.
EN
EL PRIMER TEMA DE BÚSQUEDA Y LOCALIZACIÓN, LA DRA. MARÍA DEL CARMEN
ARIET, EL DR. FERNANDO ORTEGA SASTRIQUES Y EL DR. INGENIERO CARLOS
SACASAS LEÓN Y COMO MODERADOR EL PRESIDENTE DE LA ACC DR. ISMAEL
CLARK
Así se corroboró ayer durante la celebración de un taller
conmemorativo del décimo aniversario de ese resultado de indudable
valor patriótico, humano y sobre todo científico, celebrado en la
Escuela de Trabajadores Sociales de Santa Clara, a unos pasos del
Memorial donde reposan los restos del Comandante Ernesto Che Guevara
y sus compañeros de lucha.
Convocado por la Academia de Ciencias, el evento contó con la
participación del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, Rolando
Alfonso Borges, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central
del Partido, los
doctores Fernando González, ministro en funciones del CITMA, e
Ismael Clark, presidente de la Academia de Ciencias, representantes
del Cuerpo Diplomático, así como investigadores de las diversas
ramas de la ciencia que intervinieron en aquel esfuerzo, entre ellos
el Doctor Jorge González Pérez, quien dirigió el grupo de trabajo
para el hallazgo de los restos del Ché y sus compañeros de
guerrilla.
Presentes también en el taller estuvieron las principales
autoridades de la provincia de Villa Clara, encabezadas por Omar
Ruiz Martín, primer secretario del Partido en este territorio.
Una década después del regreso del aquel Destacamento de
Refuerzo, como le llamó Fidel, se confirma la validez de todo el
proceso que condujo finalmente a la identificación de los restos del
Guerrillero Heroico, mediante métodos científicos cuya validez
fueron confirmados, además, por pruebas de ADN a los restos del Che
y de otros guerrilleros.
LOS
DOCTORES LUIS HERRERA MARTÍNEZ, RICARDO LEONARD CRUZ Y JORGE
GONZÁLEZ PÉREZ INTERVINIENDO EN EL SEGUNDO TEMA DEL TALLER, RESPECTO
A LA IDENTIFICACIÓN DE LOS RESTOS.La culminación exitosa no fue resultado del azar o la
improvisación, sino a partir de una cuidadosa labor de acopio,
análisis e interpretación de las informaciones recogidas en las
investigaciones históricas realizadas desde años anteriores, y en
cada una de las etapas subsiguientes en las que estuvo presente el
trabajo en colectivo y la cooperación interinstitucional.
Ejemplar integración, aportes de la investigación histórica, la
antropología, la sociología y otras ciencias sociales, así como
importantísimas contribuciones de disciplinas técnicas como la
geología, la geodesia, geoquímica y la cartografía, también de la
informática, botánica, edafología, geofísica y la medicina forense,
incluyendo las más modernas técnicas moleculares y de la
antropología física, contribuyeron al éxito de la misión, subrayó el
titular del CITMA.
DESDE EL PRIMER INSTANTE
Los primeros pasos de Cuba por
encontrar y repatriar los restos del Guerrillero Heroico comenzaron
desde que se supo de las primeras noticias de su muerte.
El
Dr. Jorge González Pérez en su intervención explica las
características de la dentadura del Che.
Un momento decisivo resultó, en 1995, la revelación del general
(r) boliviano Mario Vargas Salina, quien comandó la emboscada de
Vado del Yeso, al asegurar que el Comandante Guevara estaba
enterrado en Vallegrande.
Ese propio año fue creada una comisión de trabajo presidida por
el General de Ejército Raúl Castro, Segundo Secretario del Partido,
y un grupo ejecutivo, encabezado por Ramiro Valdés, encargado de
coordinar la tarea de búsqueda, exhumación e identificación.
A tales efectos conformaron un grupo de identificación del
Instituto de Medicina Legal y del Laboratorio Central de
Criminalística, que recabó información primaria, incluida la
aportada por los familiares. Además, se organizó la búsqueda de
datos en el terreno para guiar los trabajos de prospección,
asentando sobre un sistema de inteligencia artificial.
Al propio tiempo comenzaron las coordinaciones con diversos
centros de investigación e institutos de la Isla para obtener la
cooperación de los mejores especialistas. También se emprendió la
tarea de seleccionar, localizar o producir los medios técnicos
necesarios para enfrentar ese reto científico.
En Cuba varios grupos multidisciplinarios con expertos en todas
las ramas de la ciencia contribuyeron al esfuerzo de localizar los
enterramientos y luego aplicar las técnicas disponibles para lograr
identificaciones positivas de cada uno de los combatientes
encontrados. No se escatimaron recursos ni especialidades.
El equipo de trabajo, encabezado por el doctor Jorge González
Pérez, por aquella fecha director del Instituto de Medicina Legal,
viajó progresivamente a Bolivia a fines de 1995, cuando
prácticamente concluía lo que se concibió como la primera etapa de
búsqueda, realizada por antropólogos argentinos, quienes elaboraron
un informe técnico que posibilitó continuar las investigaciones.
Así, quedaron establecidas las comunicaciones entre los
especialistas cubanos en Bolivia y el Grupo Ejecutivo en La Habana,
que a su vez tenía a su disposición el considerable equipo que desde
aquí respaldaban y orientaban el trabajo de los que actuaban sobre
el terreno.
LOS PROTAGONISTAS
Y en Santa Clara, en apretada síntesis, se expuso con pruebas de
todo tipo el quehacer científico que permitió todo el proceso de
estudios históricos, investigación básica, búsqueda en el terreno,
exhumación e identificación de los restos, posibles por la
integración entre instituciones y especialistas.
Desde la persistencia de la Dra. María del Carmen Ariet, para
fijar la historia y con ella la metodología, el Dr. Fernando Ortega
y el ingeniero Carlos Sacasas, en el estudio del terreno, con
técnicas que van desde el geo radar hasta otras más simples para
llegar a la convicción de excavar en el lugar indicado. El
antropólogo Héctor Soto y muchos otros en Bolivia.
Luego los doctores Luis Herrera Martínez y Ricardo Leonard Cruz,
quienes ayer explicaron de manera sencilla toda la compleja
metodología empleada en Cuba, y que es de uso universal, para la
identificación del Che, mediante técnicas de ADN, incluido el
establecimiento de la paternidad en dos de sus hijos y que
confirmaron la identificación plena de los restos, dictamen emitido
en noviembre de 1997.
En su caso particular se calculó mediante el uso de seis
marcadores la frecuencia del perfil genético de los restos
estudiados que sólo podría ser encontrada en una entre 500
millones de personas. Los test de paternidad, por su parte,
arrojaron coincidencias de más del 99 %.
En esta tarea participaron el Centro de Ingeniería Genética y
Biotecnología, el Laboratorio Central de Criminalística, el
Instituto de Medicina Legal y el Laboratorio de la Defensa Civil.
PRUEBAS CONCLUYENTES
El doctor Jorge González refirió
a su vez sobre pruebas que concluían la identidad del Guerrillero
Heroico, en particular la comparación de la dentadura con un estudio
de caracterización antropológica dental existente, y de un molde
practicado durante las labores de enmascaramiento de su identidad en
La Habana.
No hay dos personas en el mundo con similitudes en sus
características dentales: tamaño de las piezas, posición, rotación,
elementos todos probatorios que estaban a mano en el caso del Che,
enfatizó.
Se comprobaron además otras coincidencias: una fractura anterior,
otras descritas por la autopsia, y se mostró, por primera vez, una
foto del cráneo con la característica protuberancia en el arco
superciliar que se sumó a los hechos probatorios de su
identificación, incluida la ropa con que fue enterrado, y la
tabaquera encontrada en el bolsillo de su chaqueta.
A 10 años de aquella proeza inédita de las ciencias cubanas, el
taller que lo conmemoró no resultó para nada luctuoso, sino
confirmación de la validez del ejemplo de aquellos a quienes hoy
honramos a diario.
Cómo lo graficó uno de los miembros del equipo de antropólogos
argentinos que inició la búsqueda en Bolivia. En mensaje enviado al
evento recordó una frase pintada por mano anónima en una pared de
Vallegrande: "Che vivo, como no te querían". |