Una fuerza integrada por trabajadores comunitarios de control de
vectores se sumó a la lucha para erradicar el mosquito Aedes aegypti,
en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
Esa novedosa experiencia es parte de la ofensiva cubana encaminada
a reducir al mínimo los focos de ese agente transmisor de enfermedades
-como el dengue-, en específico fortalecer la participación y la
vigilancia popular en cuanto a la situación sanitaria de su entorno.
La iniciativa fue acogida por más de 500 personas, sobre todo
jubilados, combatientes, amas de casa y líderes de la comunidad,
quienes recibieron una preparación previa para realizar el trabajo
educativo directo con las familias.
Esa labor profiláctica es elemental, toda vez que el Aedes aegypti
vive preferentemente en hogares, ante lo cual se impone elevar la
responsabilidad de las familias para proteger la salud de sus miembros
y de la sociedad, así como brindar el máximo apoyo en las inspecciones
y los tratamientos necesarios.
Visitar las casas y crear conciencia acerca de la necesidad de
extremar la higiene para reducir el riesgo es un propósito de los
trabajadores comunitarios, quienes reciben un salario por ese
desempeño.
Aun se mantiene una ofensiva de la campaña, a propósito de las
prolongadas lluvias de octubre y noviembre, que mantienen una elevada
humedad, además de que a nivel mundial la epidemia de dengue es una
realidad de varios países.
Esta labor se inserta en las estrategias del sector sanitario, de
acueducto y alcantarillados, comunales y las direcciones del Partido y
el gobierno.
Cuba no escatima esfuerzos e invierte cientos de miles de dólares
en la adquisición de modernos equipos de fumigación, insecticidas,
combustibles y otros productos y piezas de repuesto, a pesar del
bloqueo económico y comercial impuesto por Estados Unidos.