Desde los primeros momentos la desestabilización económica era
tarea priorizada por los enemigos de la Revolución.
La extracción de divisas del país por parte de los adversarios del
naciente proceso revolucionario, la existencia de gran cantidad de
dinero cubano en su poder dentro y fuera del país, lo que les
facilitaba el uso de grandes capitales para sufragar los gastos de la
contrarrevolución, la inseguridad y el riesgo que implicaba el que los
billetes cubanos se imprimieran por empresas extranjeras fuera del
control del Gobierno Revolucionario, y la posesión de la banca
comercial privada en manos de capitales extranjeros y cubanos
subordinados a intereses foráneos, eran el escenario al que se
enfrentaba la Revolución.
Ante aquella difícil y compleja situación, el 26 de noviembre de
1959, el mismo día en que recibió el certificado oficial de ciudadano
cubano, Ernesto Che Guevara de la Serna fue nombrado Presidente del
Banco Nacional de Cuba.
Nada mejor que sus propias palabras para definir la situación del
Banco Nacional en aquellos momentos: "todas las decisiones de tipo
financiero del Gobierno Revolucionario estaban controladas por lo
menos por un representante de los intereses financieros de Wall Street".
De inmediato la reacción interna y sus amos del norte se dieron a
la tarea de descalificar a aquel del que sabían era un intransigente
defensor del proceso revolucionario.
Ese mismo día acudiría presuroso ante el Presidente Osvaldo
Dórticos el Embajador de los Estados Unidos para protestar por el
nombramiento del Comandante Guevara.
Chistes y bromas con marcada intención política hizo circular la
reacción contrarrevolucionaria, como aquel de que Fidel había
preguntado por un economista y el Che equivocado, pensando que se
había pedido un comunista, había levantado la mano.
La vida demostró que el Che fue un comunista verdadero y un
intelectual con profundos conocimientos filosóficos y económicos.
Ejemplo de ello son su participación en el debate económico con Carlos
Rafael Rodríguez, Marcelo Fernández y Alberto Mora, decenas de
artículos en las revistas Verde Olivo, Nuestra Industria y Cuba
Socialista sobre temas económicos entre otros, y su Libro "Apuntes
críticos a la Economía Política".
Fidel expresaba por aquellos días: "para que nadie se llame a
engaño; el Che no está ahí para hacer ninguna barbaridad, el Che está
ahí igual que cuando lo mandamos a Las Villas a impedir que pasaran
los tropas enemigas hacia Oriente; lo he mandado al Banco Nacional a
impedir que se vayan las divisas y para que el parque que tenemos en
divisas pues se invierta correctamente".
Al hacer un breve recuento sobre su labor en el Banco el Che dijo:
"la toma por la Revolución del Banco Nacional dio al menos el control
de las divisas por el Estado, aunque el resto de la Banca siguió en
manos privadas".
En su corto mandato en el Banco, el Comandante Guevara enfrentó
exitosamente la misión a él encomendada, supo resolver en la práctica
la compleja situación que encaró y dejó plasmadas en decretos y leyes
las funciones correspondientes a un Banco Revolucionario que sería a
partir de su paso por la institución, baluarte y escudo de nuestra
Revolución:
-El cierre de la fuga de divisas del país.
-La nueva Ley Orgánica del Banco reguladora del crédito público y
privado, de las operaciones bancarias y monetarias como custodio de
las reservas monetarias y de divisas, como único centro de ajustes y
pagos del país.
-La resolución nacionalizando las empresas bancarias
norteamericanas y todas sus sucursales y agencias: The First National
City Bank of New York, the First National Bank of Boston y The Chase
Manhattan Bank.
Sobre esta medida el Che expresó: "La reciente nacionalización de
los bancos norteamericanos establece un paso de avance en la conquista
de la independencia económica absoluta por parte del pueblo de Cuba".
Otras estratégicas medidas se adoptarían bajo la presidencia del
Che antes de su nombramiento el 23 de febrero de 1961 como Ministro de
Industrias.
Entre ellas están, por ejemplo, la Ley de Nacionalización de 44
empresas bancarias privadas nacionales y sus 325 sucursales en todo el
país, la emisión de nuevos billetes con su firma para facilitar el
canje de dinero, operación que se ejecutó bajo el más estricto secreto
y a la que el Che dedicó mucho tiempo en su planeación y ejecución; y
que finalmente se realizó siendo Presidente del Banco el Dr. Raúl
Cepero Bonilla.
También la salida del país del Fondo Monetario Internacional y del
Banco Mundial y la no aceptación de que Cuba se incluyera como miembro
del Banco Interamericano de Desarrollo, organismos económicos
internacionales servidores de los intereses financieros
norteamericanos, son medidas que llevaron su sello de organizador,
trabajador incansable y hombre de inteligencia y talento puestos al
servicio de la causa revolucionaria.
Durante su permanencia en el Banco atendió con igual celo otras
labores de carácter político y económico entre ellas el cambio de
mercados hacia los países socialistas ante el bloqueo comercial de los
Estados Unidos y la creación del Ministerio del Comercio Exterior.