Salvador Allende era un hombre severo, seguro y de convicciones
firmes, y su legado permanece intacto en el deseo de construir un país
más tolerante y digno, expresó Jaime Tohá, embajador de Chile en Cuba,
durante el acto que contó además con la presencia de Eusebio Leal,
historiador de la Ciudad; Carlos Ayress, presidente de la Casa
Memorial Salvador Allende, personalidades del cuerpo diplomático, y
estudiantes cubanos y chilenos.
El parque Grandes Alamedas ubicado en áreas del Hospital Salvador
Allende fue otro escenario para la conmemoración. En esta ocasión el
Embajador rememoró los entrañables lazos de amistad existentes entre
ambos países, y especialmente la admiración y el respeto surgido entre
Fidel Castro y Salvador Allende hasta el último momento de su vida.
Confesó sentirse emocionado al participar de estos homenajes en una
tierra lejana, pero muy querida por Allende.
Esta recordación se suma a las que se realizan dentro y fuera del
país para rendir honor al ex presidente chileno, y recordar la
dictadura que ensombreció a Chile durante años.