Unas 100 mil personas fueron afectadas por este fenómeno, que además destruyó o dañó miles de hogares e infraestructura como carreteras, servicios de comunicación y públicos, así como cosechas.

El reporte de la agencia especializada de las Naciones Unidas precisa que está claro que existirán serios problemas de sanidad y contaminación de las aguas en ese Estado centroamericano.

Según UNICEF, unas 13 mil personas víctimas de Félix se encuentran albergadas temporalmente en escuelas y edificios públicos.

Junto con el Programa Mundial para los Alimentos, la Organización Mundial de la Salud y otras, el Fondo para la Infancia lleva a cabo preparativos para la entrega de suministros de emergencia y ofrecer servicios necesarios en próximos días, agrega la nota.

El organismo comenzó la entrega de mantas y equipos de purificación de agua destinados a los albergados y en breve espera llegar con ayuda humanitaria a personas en comunidades dispersas, con énfasis en la nutrición de niños de dos a seis años.