El Consejero de Seguridad Nacional
iraquí, Muaffak al Rubaye, anunció hoy en rueda de prensa que su
gobierno prevé disponer de 100 mil soldados extranjeros desplegados en
el país para finales de 2008.
La medida conlleva a que para esa fecha hayan retornado a casa unos
70 mil militares, aunque la retirada dependerá, dijo, de las
"circunstancias objetivas y las amenazas tanto para Iraq como en la
región" y de la preparación del ejército.
En varias ocasiones autoridades del gobierno iraquí, incluido su
primer ministro Nuri al Maliki, reconocieron la incapacidad de las
fuerzas locales para hacer frente a la ola de violencia que azota el
Estado árabe, pese al asesoramiento estadounidense.
Rubaye no desglosó el número de tropas a retirar por países, pero
comentó que esperaba para mediados del próximo año que las Fuerzas
Armadas norteamericanas retornaran a la cifra anterior al envío de 30
mil efectivos en febrero pasado.
En la actualidad el Pentágono tiene desplegados en Iraq unos 168
mil soldados, seguidos por el Reino Unido con cinco mil 500, Georgia
con dos mil y Australia con mil 500, que sumados a la de otros países
hacen un total de 170 mil.
Las declaraciones del funcionario iraquí coinciden con el informe
presentado ante el Congreso por el comandante de las fuerzas
estadounidenses en Iraq, David Petraeus, que sugirió reducir la cifra
de militares para julio venidero.
El periódico Washington Post, en tanto, publicó hoy que el
presidente norteamericano, George W. Bush, anunciará en los próximos
días el repliegue de Iraq de 30 mil uniformados, en consonancia con el
plan de Petraeus y los reclamos de la opinión pública estadounidense.
Por otro lado, el diario británico The Independent reveló este
miércoles que 350 soldados ubicados en la ciudad iraquí de Basora
fueron enviados a la frontera con Irán para frenar el presunto
trasiego de armas.