Compañeras y compañeros:
Veintitrés
horas y 45 minutos efectivas de reunión y 188 intervenciones sobre los
24 asuntos programados y sobre otro número de temas sin clara relación
con la agenda, es la estadística final de nuestra serie, que como en
la pelota, tampoco es suficiente para conocer todo lo acontecido.
Ha sido útil nuestra reunión.
Al examinar la marcha de la Revolución Energética algo quedó
claro para todos: el control del combustible es aún vulnerable, el
consumo de electricidad puede ser reducido y el ahorro es
insuficiente.
Hay que ahorrar más, controlar más. El país consume 1 millón 200
mil toneladas de diesel. Cada mil toneladas que dejemos de consumir
son 600 mil dólares que podemos destinar a otras necesidades; cada mW
que desplacemos de la hora pico es un millón de dólares que podemos
dejar de invertir y destinar a otras necesidades.
Se planteó con fuerza el problema de las pequeñas comunidades en
zonas aisladas sin electricidad, especialmente aquellas que están
relativamente cerca de las líneas de distribución.
Avanza la instalación de nuevas capacidades de generación de
electricidad; pese a lo que se ha realizado en la reparación de las
redes, se insistió en los numerosos problemas aún presentes; la
distribución de artículos y equipos electrodomésticos deberá concluir
este año y se hace necesario garantizar la creación y funcionamiento
de los talleres de reparación y continuar mejorando el cobro de los
créditos otorgados; el ordenamiento de los servicentros y de los
sistemas de distribución de combustible prácticamente ha concluido; es
necesario avanzar con más celeridad en la sustitución de bombas de
agua por nuevas más eficientes.
Hemos examinado los problemas de cada una de estas tareas y están
creadas las condiciones para hacerlo todo mejor y que ni un solo
planteamiento quede sin respuesta.
Al analizar el trabajo de la vivienda se puso de manifiesto
el atraso existente en el plan de construcciones de este año. No es
hoy la falta de recursos lo que limita cumplir nuestros planes, sin
desconocer los problemas de algunos territorios que deben resolverse;
sin brigadas de constructores dedicadas exclusivamente a la vivienda,
sin una amplia participación popular, sin los vecinos, sin los
colectivos de trabajadores, no es posible construir, como necesitamos,
decenas de miles de viviendas cada año.
Un esfuerzo mayor hay que hacer en la industria de materiales de la
construcción local, donde hay más potencial y resulta vital sobre todo
para reducir las transportaciones.
Aquí se afirmó una vez más que nada justifica un fraude o un engaño
como se produjo el pasado año cuando un número de casas fueron
reportadas concluidas y no lo estaban.
Mentir u ocultar no será nunca una alternativa aceptable en ninguna
circunstancia.
Se coincidió en que es imprescindible fortalecer en cuadros el
sistema de la vivienda.
Los trámites se han simplificado y los horarios de atención a la
población se han extendido, pero no es suficiente y hay que seguir
fortaleciendo la disciplina. Mientras exista crítica en la población,
y hoy todavía es bastante, debemos estar insatisfechos y buscando qué
otras medidas adoptar.
Todo lo relativo a la disciplina laboral, el cumplimiento
del horario, el control de los recursos y la lucha contra la
corrupción fue abordado a partir de los problemas existentes, y de la
comprensión de las graves consecuencias que en lo material y en lo
político tiene el resquebrajamiento de la disciplina. Se dijo y
reiteramos que sin el ejemplo de los jefes nada podrá lograrse.
El administrador o director tiene que llegar primero y no
ausentarse ni un minuto de la jornada laboral. Hay que eliminar
radicalmente el mal hábito de citar a reuniones en el horario laboral
a los directores o administradores de centros de trabajo.
La Cuenta Única de Tesorería, los centros municipales de gestión
contable, las comisiones provinciales y municipales de control, las
direcciones integrales de supervisión, el incremento de supervisiones
al presupuesto y de auditorías a las empresas, la agrupación de los
esfuerzos dispersos de prevención en una comisión de prevención
social, la discusión con todos los trabajadores de las Resoluciones
del Ministerio del Trabajo sobre disciplina laboral, son procesos y
medidas recientes que si las consolidamos deberán ayudar en esta
lucha, sin olvidar que el orden, la disciplina, la austeridad, son
valores morales y revolucionarios y que no se trata solo de medidas
organizativas y administrativas, sino también de trabajo político y el
trabajo político entendido no como una tarea exclusiva del Partido y
de las organizaciones de masas, sino como herramienta esencial de todo
cuadro revolucionario y muy especialmente de los cuadros del Poder
Popular, que son en primer lugar dirigentes políticos. Hay que hablar
con los trabajadores y con el pueblo, informar, explicar, razonar.
Los graves problemas del transporte y la vialidad fueron
abordados y se conoce de los recursos que se invierten, que permitirán
mejoras pero gradualmente y no aún con la velocidad que requerimos.
En los últimos tres años hemos recibido 3 mil 113 ómnibus, de ellos
más de mil nuevos, 2 mil 517 camiones, 440 ambulancias, 710 equipos de
transporte especializado para los servicios eléctricos, 275 para los
de comunicaciones, entre otros medios.
Tenemos que lograr que cada chofer sea consciente que tiene a su
cargo un recurso del Estado para beneficio del pueblo y que tiene que
conservarse en buen estado. Hay que ejercer control administrativo y
popular sobre esos trabajadores y medios. Se seguirán recibiendo
equipos de transporte y debemos lograr que los que los utilicen los
cuiden más que si fueran propios.
Se analizó la producción de alimentos y los mecanismos de
comercialización. Es insuficiente la producción y deficiente la
comercialización. Esta no es tarea solo de la agricultura, es tarea
también del Poder Popular, ustedes tienen que conocer lo que se
produce, hacer o proponer lo necesario para que a los mercados lleguen
más productos, con precios cada vez más asequibles.
Especial atención se dedicó al incremento de la producción de leche
cuyo precio prácticamente se ha duplicado en dos años.
El aumento del precio de acopio, que se aplicará a partir de julio,
debe acompañarse de un esfuerzo por mejorar los caminos, concluir la
revisión de las rutas de recogida de la leche y otras medidas. La
leche no solo sube de precio, sino que escasea en el mercado
internacional.
Aquí hablamos del pago a los productores y de cómo el
trabajo realizado en estos últimos meses, ha dejado por el momento el
problema resuelto; pero ello demuestra que tal deficiencia no debió
haber existido y ahora tenemos que asegurar que no se repita. Es grave
que se cree un clima de desconfianza entre los productores sobre la
seguridad de cobrar a tiempo, ello desestimula la producción y
estimula el mercado negro.
Las obras en ejecución de los diferentes programas de la Batalla
de Ideas se analizaron críticamente. La reducción del plan de
inversiones nos ayudará a concentrar los esfuerzos, terminar obras más
rápidamente para iniciar otras, reducir gastos y elevar la
productividad.
Al final podremos conseguir más terminaciones en menos tiempo.
Ninguna obra debe ser iniciada si no se ha completado su proceso de
preparación. Tiempo que dediquemos a la preparación es tiempo que
ganamos en la ejecución. Ninguna obra debe ser iniciada si no tiene
toda la garantía de proyectos, recursos materiales y fuerza de
trabajo. Las constantes paralizaciones de una obra no solo dilatan la
ejecución, sino que crean condiciones para la indisciplina y la
pérdida de recursos. Una obra bien organizada tiene que parecerse a
una fábrica de producción continua donde cada recurso tiene su lugar y
cada trabajador su tarea. No hay razón para que no lo logremos y
acabar con el desorden y la improductividad que a la vista puede
apreciarse en muchas obras.
Los Trabajadores Sociales son una nueva fuerza de la
Revolución, una idea brillante de nuestro Comandante en Jefe que
contribuye a que sea más justa y humana nuestra sociedad, a la vez que
crea nuevas oportunidades para decenas de miles de jóvenes. Apenas 7
años después de haber surgido ya no parece posible que podamos
prescindir de ellos.
Su trabajo requiere atención y apoyo por parte de los Consejos de
la Administración de los municipios y provincias. Hay que reunirse con
los Trabajadores Sociales y escucharlos. No solo hay que resolver,
canalizar u orientar la solución o explicación de los problemas que
ellos recogen, sino que la información y vivencias que tienen son de
inestimable valor para nuestro trabajo, nos orientan, nos preparan,
nos hacen más sensibles y nos ayudan a vincular las tareas y reuniones
con los problemas de la población.
En nuestra reunión examinamos con profundidad la situación
higiénico-epidemiológica del país y de manera particular el SIDA y
la lucha contra el mosquito Aedes aegypti. Cuba tiene hoy una
prevalencia por SIDA de 0,05 en las edades de 15 a 24 años, la más
baja de toda la América y una de las más bajas del mundo, a pesar de
un pesquisaje activo de más de un millón y medio de casos cada año y
de prolongar la vida de los enfermos con atención adecuada y
tratamiento medicamentoso gratuito a todos los que lo necesitan. No
podemos retroceder y debemos continuar mejorando estos resultados.
Desde la primera epidemia de dengue en 1981 la enfermedad ha
reaparecido en determinados momentos con mayor o menor intensidad y
siempre la logramos erradicar con la movilización de todos. Hoy no
tenemos ni un solo caso de dengue en el país y Cuba es uno de solo
tres países de América Latina donde la enfermedad no es endémica.
El reto es que no se presente más la enfermedad, que demos
sistemáticamente la batalla en lo que hemos llamado la sostenibilidad
de la lucha contra el mosquito, que si se presenta un caso nos
movilicemos como si fueran ya 50 mil y cortemos la transmisión.
Tenemos la organización y los recursos para lograrlo.
Las tareas de la Defensa y de la Defensa Civil no estuvieron
ausentes de nuestros debates y dedicamos una sesión completa a una
Reunión de Estudio.
Las próximas elecciones del Poder Popular han de ser una
muestra más del respaldo de nuestro pueblo a la Revolución.
Se habló aquí de hacer el mayor esfuerzo en la organización, en la
divulgación, en el trabajo para que participen todos los cubanos,
convencidos que no hay en el mundo elecciones más libres y más
democráticas que las nuestras. La llamada democracia representativa es
una farsa; hay que tener dinero y cada vez más dinero. En Cuba ningún
candidato necesita un solo centavo. En aquella los candidatos prometen
casi siempre sabiendo que no van a cumplir. En la nuestra no se
promete, se muestra la biografía, la vida, la conducta de los
propuestos. En aquella un candidato es enemigo del otro, en la nuestra
defienden juntos el futuro de la nación. En la democracia
representativa, la policía y hasta el ejército cuidan las urnas y aún
así el fraude y la violencia son comunes. En nuestra democracia son
los pioneros los que cuidan o mejor, los que adornan y alegran un
ejercicio verdaderamente libre y democrático.
En aquella, la democracia se acaba el día de las elecciones, en la
nuestra, comienza.
Y el trabajo de ustedes, electos directamente por el pueblo, es
parte esencial de la respuesta de la Revolución a la confianza
depositada en las urnas.
Apreciamos más preparación, más dominio de las tareas, más
profundidad en los análisis, más rigor y entusiasmo.
Es una suerte contar con ustedes como primer escalón, en el borde
delantero.
Hasta la próxima reunión.