BERLÍN, 3 de junio.— A tres días del inicio de la cumbre del G-8,
Alemania está conmocionada por la violencia del sábado en Rostock,
nordeste del país, donde casi un millar de personas resultaron heridas
y 165 fueron arrestadas en choques durante la manifestación en contra
de la cita de los países más industrializados del mundo más Rusia.
Los choques causaron casi 1 000 heridos, 433 de ellos policías y
520 manifestantes, según información proporcionada por ANSA.
Silke Studzinsky, del servicio de auxilio, dijo que una treintena
de manifestantes está gravemente herida y que muchas de esas personas
presentan fracturas. Un total de 165 manifestantes fueron arrestados,
agregó la misma fuente.
Los choques entre manifestantes y policías se registraron en el
marco de la primera gran movilización contra la cumbre del G-8,
prevista del 6 al 8 de junio en Heiligendamm, un balneario en el
nordeste de Alemania rodeado de muros, policías y militares como si
fuera una prisión.
La marcha, la primera de una larga serie de acciones de protesta
contra la globalización neoliberal previstas para toda la semana
entrante en la zona de la cumbre, se había desarrollado pacíficamente
hasta casi el final, cuando un grupo atacó a la policía que vigilaba a
los manifestantes, según la versión oficial.
El portavoz de la policía local, Axel Falkenberg, dijo hoy que
entre los protagonistas de los hechos de violencia del sábado había
muchas personas que llegaron a Alemania desde otros países.