Werner Pfaff, director coral alemán, aseveró hoy en La Habana que
alcanzó el paraíso, después de la interpretación del Réquiem de
Johannes Brahms por la Filarmónica Nacional de Cuba y un coro de
casi 100 personas.
Pfaff, que con anterioridad impartió docencia en La Habana y
participó en la edición de 1993 del Festival Internacional de Coros
de Santiago de Cuba, destacó la preparación de los cantores
agrupados en esa pieza importante.
"Todos son de primera categoría. En tal sentido merecen un
tratamiento exigente y lo cumplen. Lo hacen perfectamente", apuntó.
No obstante, el músico señaló que "aunque algunas consonantes les
son difíciles, lo hacen muy bien, con mucho virtuosismo".
Desde 1944 El Requiem de Brahms no se había vuelto a escuchar en
la Isla.
En el concierto, celebrado la víspera en el teatro Amadeo Roldán,
participaron como solistas la soprano Bárbara Llanes y el barítono
Rafael Hernández.
Por otra parte, entre los coros agrupados se encontraban los de
Cámara de Matanzas, Exaudi y Vocal Leo, Schola Cantorum Coralina,
del Instituto Cubano de la Radio y la Televisión, de Música Antigua
Ars Longa y el Ensemble Vocal Luna.