Una ligera recuperación muestran ya las presas de la provincia
cubana de Ciego de Ávila, las cuales acumulan el 60 por ciento de sus
capacidades por las lluvias de mayo.
Especialistas en Recursos Hidráulicos consideran que las
condiciones son favorables para un aumento de las precipitaciones, que
ayudarán en parte a cubrir el déficit de 40 millones de metros cúbicos
que tienen los embalses.
Los acuatorios con niveles aceptables son la Laguna de la Leche,
Cañada Blanca y Chambas-2, que se acercan al 80 por ciento de su
capacidad, mientras las restantes están por debajo de sus potenciales.
Fernando Fernández, de la dirección de Recursos Hidráulicos en la
provincia, informó que el acumulado de lluvias desde enero hasta la
fecha sobrepasa los 200 milímetros, pero la media histórica es de 332,
aunque los municipios de Chambas y Morón presentan un panorama
diferente.
Fernández agregó que dos sectores hidrográficos (el Cuatro y el
Cinco) están en alarma, principalmente el último, que de 53 millones
de metros cúbicos de capacidad subterránea, solo posee 11,5 millones.
Los pozos y acueductos ubicados en esa área del centro del
territorio abastecen parte de las ciudades de Morón y Ciego de Ávila,
además de Ciro Redondo, Ceballos y los sistemas de riego a las
plantaciones de cítricos.
En prevención de una sequía prolongada, Recursos Hidráulicos y los
demás organismos pusieron en práctica un centenar de medidas
encaminadas al empleo eficiente del vital líquido en los hogares,
hoteles, hospitales, fábricas, agricultura y el sector azucarero.
Ciego de Ávila dispone de uno de los mayores potenciales hídricos
de Cuba, ascendente a mil 336 millones de metros cúbicos, pero en la
sequía de 2004-2005 el manto freático bajó a menos del 50 por ciento y
las presas a la quinta parte de sus capacidades