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Un analista venezolano especializado en la temática de la prensa
denunció hoy aquí las persistentes maniobras desestabilizadoras de
algunos medios en su país, que buscan destruir la Revolución
Bolivariana.
En un debate público en esta capital, Jorge Arreaza, presidente de
la Fundación Gran Mariscal Ayacucho, hizo un recuento sobre la
participación directa y malintencionada de varias televisoras
venezolanas durante el fallido golpe de estado del 2002.
Dicho con franqueza, el golpe no terminó cuando fue neutralizado
por el pueblo en abril del 2002 y nuestro mandatario Hugo Chávez Frías
retornó al puesto que le corresponde legítimamente por decisión
democrática en las urnas, apuntó.
Más bien se prolongo, todo el tiempo con un papel protagónico
increíble de esos medios que no dudaron en interrumpir su programación
habitual durante los 64 días del paro petrolero para crear la
sensación de un ambiente de guerra, añadió.
Arreaza explicó a un auditorio de franceses y latinoamericanos
residentes en Europa que pese a contar con los elementos legales, el
presidente Chávez no cerró ningún medio. Tampoco lo hizo pese a la
campaña de infamias en las últimas elecciones, acotó.
Al responder a Prensa Latina en torno a las reacciones en Europa
acerca del cese de la concesión a RCTV, subrayó que a su país no le
queda otra alternativa que enviar a sus genuinos representantes a
informar en detalles del asunto.
Se arma un revuelo cuando el gobierno se ampara en las leyes para
no renovar una concesión. Fíjense bien, no es ni revocación ni el
cierre total de un medio, que además seguirá trasmitiendo sus
programas de pésima calidad a través del cable y el satélite, anotó.
Arreaza indicó que el 28 de mayo arranca un canal de servicios
públicos que permitirá incluir una programación variada con acento en
la cultura.