La 46 Serie

El estadio, esa casa de todos los cubanos

OSCAR SÁNCHEZ
oscar.ss@granma.cip.cu

A todos nos ha costado, y todavía nos cuesta, despedir la 46 Serie Nacional de Béisbol. Su indiscutible éxito fue capaz de despertar, como hacía mucho tiempo no se veía, un sentimiento de pertenencia a nuestro deporte, al equipo que se defiende, al jugador ídolo. En pocas palabras, el campeonato terminó hace más de dos semanas y todavía nos tiene hablando de pelota.

Foto: Ricardo Lopez HeviaPasión fue la palabra de orden en la 46 Serie.

Esa es la primera gran satisfacción tras largos meses de campaña. Sin embargo, debe asumirse también como el compromiso mayor ante un pueblo de vasta cultura deportiva, beisbolera en particular, y conocedor de que el espectáculo puede multiplicarse.

La calidad de nuestro béisbol, matizada por la aparición de talentos con un futuro promisorio; entrega sin límites en el terreno de juego, que proporcionaron jugadas de leyendas; la iniciativa de poner a la venta las prendas de los equipos participantes; la cobertura televisiva y radial a todos los encuentros, dieron colorido a la fiesta y demostraron que tenemos lo necesario para ir por más, para exigir que ese espectáculo se supere cada día, juego a juego.

IR AL ESTADIO TIENE QUE CONVERTIRSE EN UNA SALIDA
PARA LA FAMILIA

Está comprobado, un buen juego de pelota convoca a la familia. La serie recién finalizada dejó ver en los estadios no solo al padre con el hijo, sino también a muchachas muy jóvenes, y eso obliga a las casas del béisbol a ser anfitrionas de lujo, desde el choque entre los protagonistas hasta la atención en las gradas y otras áreas del estadio.

Para tributar a ese empeño ya se vieron en la temporada vistosos uniformes, algo que fue demandado desde estas páginas antes del inicio del certamen. Sin embargo, para no empañar ese colosal esfuerzo debe atenderse ahora a la calidad de la confección o al menos a la sustitución rápida ante el lógico deterioro de una pieza que tiene que someterse a 90 jornadas de sudor. No debemos permitirnos llegar a una fase final del torneo con una camisa, como la del relevista habanero José A. García, con solo una letra del nombre de su equipo, o que los monogramas de Santiago de Cuba pendan solo de un hilo.

Por otro lado están los servicios. Algunos se brindan en instalaciones, como cafeterías, restaurantes, baños, tiendas, salas, puertas de entrada, y otros se pueden ofrecer en las propias lunetas de las graderías. Ambos deben ser mejorados, y en la medida que esto ocurra, no solo en la final, sino desde el mismo inicio de la campaña, el estadio será más atractivo y podría convertirse en una singular opción para la familia.

EL EQUIPO EN LAS GRADAS

Bella la iniciativa de vestir con los colores de los equipos a las gradas, aunque solo fueran algunas partes de ellas las que se hayan visto coloreadas de rojo, azul o naranja. Lástima que llegó o se vio más en la fase del epílogo de la contienda. El colorido y el sentido de pertenencia que le dan las prendas de cada conjunto al espectáculo valen tenerlo desde el primer día de la lid. Claro, habría que pensar en los precios.

De la misma manera no son solo esos atributos los únicos que podrían identificar a los parciales de cada plantel, pañuelos, banderines u otros, también adornarían el graderío.

La iniciativa del Latinoamericano, al "vestir" de azul a un edificio aledaño pudiera ser tomada por otras provincias, incluso pintar, con gusto, y con los colores del equipo, las principales estructuras de los estadios, favorecería la identidad de los conjuntos.

MÁS ALLÁ DEL JUEGO

La pelota en nuestro país es, sin dudas, un fenómeno social. El pueblo tiene muchas opiniones, siempre está ávido de saber cómo piensan los directores de equipo, qué dicen sus ídolos, y es ahí donde el espectáculo comienza a rebasar el propio estadio.

Invitamos a pensar en conferencias de prensa con los mentores y con los jugadores más destacados de cada partido al finalizar los juegos, eso llevaría la opinión de los protagonistas a todos los aficionados al abrir los periódicos del día siguiente o al sintonizar los noticieros de radio y TV.

También los protagonistas merecen el premio del respetable, se nos ocurre entonces proponer reconocer a los líderes individuales de la Serie en un momento tan importante como son los juegos de postemporada, con los estadios llenos y motivados por los choques finales de la campaña.

Son solo algunas ideas, léase además, inquietudes de nuestra población, que durante la etapa final del torneo, en más de cien diarias, hizo llegar a nuestra redacción y todavía pueden leerse en:

 www.granma.cubaweb.cu/eventos/46serie/playoff/aficion/pe01.html 

 

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