La provincia cubana de Guantánamo ha desarrollado sus propias
tecnologías para la lucha contra la desertificación y el
aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, aseguró hoy en
esta oriental ciudad un prominente científico cubano.
Ejemplos de esos avances científicos son la detención de la
salinidad de los suelos, el incremento de la superficie boscosa y una
labor educativa ambiental en ascenso, según declaró a la AIN el Doctor
en Ciencias Antonio Rodríguez, delegado del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
El entrevistado mencionó el paquete de proyectos tecnológicos
creados en Guantánamo, gracias a los cuales Cuba se convirtió en 1999
en el primer país latinoamericano en recibir el Premio Salvando las
Tierras Secas, instituido por la Organización para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, de las Naciones Unidas (UNESCO).
Rodríguez citó la existencia en esta parte del país del único
centro encargado de la aplicación de tecnologías para el desarrollo
sostenible, el cual ensaya el cultivo de la Jatropha curcas o Piñon
Botija, como protectora del suelo y fuente de un aceite utilizable
como biocombustible.
A la entidad se deben la electrificación fotovoltaica de 80
instalaciones de salud, 165 salas de televisión y video, casi medio
millar de escuelas rurales, centenar y medio de viviendas y una
veintena de círculos sociales.
Estas iniciativas tuvieron como principal escenario las serranías,
expandidas en las tres cuartas partes de la geografía guantanamera.
En la provincia cubana más al este de La Habana se estudia la
posibilidad de aprovechar la energía del viento para la generación de
electricidad.
Con ese fin se efectúan mediciones eólicas en 16 zonas de la árida
franja costera sur, considerada la zona más seca del país y un
ecosistema de fragilidad sin igual en todo el archipiélago