Khurshid Kasuri, ministro
paquistaní del Exterior, llegó hoy a esta capital para una nueva ronda
de negociaciones con la India como parte del proceso dirigido a crear
medidas de confianza entre ambos vecinos surasiáticos.
Kasuri arribó a la base aérea de Palam, en las afueras de Nueva
Delhi, para una visita de tres días en la que se encontrará con su par
indio, Pranab Mukherjee, durante la reunión de la comisión constituida
para acercar las posiciones de los dos países.
También se efectuarán encuentros de las subcomisiones de Educación
e Información de ese diálogo conjunto, según la agencia de noticias
Press Trust of India (PTI).
De acuerdo con la agenda oficial, los jefes de la diplomacia
tratarán el conflicto de Cachemira y la flexibilización del régimen de
visados, y se espera la firma de un acuerdo para reducir el riesgo de
accidentes nucleares.
La llegada de Kasuri se produce en medio de la conmoción por el
atentado dinamitero perpetrado la víspera contra el dominado Expreso
de la Amistad, uno de los dos trenes de pasajeros que corre entre
Nueva Delhi y la ciudad paquistaní de Lahore.
Ese ataque, que causó hasta el presente 68 muertos y más de 60
lesionados, es interpretado por las autoridades indias y paquistaníes
como un intento por entorpecer el diálogo bilateral.
La línea férrea inició sus operaciones en 1976 entre Lahore y
Amritsar, capital del Punjab, distantes a unos 40 kilómetros, se
interrumpió en el 2002 por el atentado contra el Parlamento indio, y
reanudó y amplió dos años después hasta Nueva Delhi.
En el llamado Expreso de la Amistad, uno de los dos que enlazan la
India con Paquistán, viajaban la víspera 757 pasajeros, de los que 553
eran paquistaníes, según datos del Ministerio de Ferrocarriles.
Las explosiones se registraron en la localidad india de Panipat, en
el estado de Haryana, unos 100 kilómetros al norte de Nueva Delhi,
cuando la mayoría dormía. Más de 60 recibieron además quemaduras de
gravedad.
Las autoridades indias publicaron los retratos robot de dos
sospechosos, de unos 35 y 25 años, que se bajaron del tren unos 15 o
20 minutos antes de explotar las dos bombas colocadas en el convoy.
Kumar explicó a la prensa que los retratos se realizaron gracias a
la descripción ofrecida por los pasajeros supervivientes y comunicó
que se ofreció una recompensa monetaria por cualquier información que
lleve a localizar a los supuestos responsables.