Gran conmoción provocó hoy aquí la
noticia del asesinato de tres diputados salvadoreños del Parlamento
Centroamericano (PARLACEN), que habían viajado a la capital
guatemalteca para asistir a una reunión del foro regional.
Se trata de Eduardo D'aubisson, William Pichinte y José Ramón
González, pertenecientes a la oficialista Alianza Republicana
Nacionalista.
Los cuerpos calcinados de los legisladores y del conductor del
vehículo donde viajaban fueron hallados anoche en una finca de la
aldea El Jocotillo, del municipio de Villa Canales, en el departamento
de Guatemala.
El auto se encontraba bastante alejado del camino principal y,
además de haber sido incendiado, tenía varios impactos de bala, al
parecer de fusiles de asalto.
Dos de los cuerpos se encontraban en el interior del vehículo y los
otros dos tirados en el suelo.
"Se trata de los parlamentarios salvadoreños", confirmó esta
madrugada a la prensa el ministro de Gobernación Carlos Vielmann.
Tanto Vielmann, como el director de la policía salvadoreña, Rodrigo
Avila, presentes en el lugar de los hechos, aseguraron que -por la
saña con que se cometió- no se trata de un crimen común.
El ministro de Gobernación anunció la formación de un equipo
especial para investigar todos los movimientos de los diputados desde
su arribo al país.
De acuerdo con versiones de los familiares, los legisladores
viajaron a Guatemala el lunes por la mañana pero nunca llegaron a su
hotel.
Ellos debían asistir a las sesiones de trabajo de las comisiones
del PARLACEN, cuya sede está en esta capital.
La noticia acapara hoy los titulares de los principales medios de
prensa escrita, radiales y televisivos tanto de Guatemala, como de El
Salvador.