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Drogas y narcotráfico
Factores de inestabilidad en el mundo
ARNALDO MUSA
musa.amp@granma.cip.cu
No
es la primera vez ni será la última que se pretexte una cruzada
mundial contra las drogas, como vía intervencionista para vulnerar la
soberanía de los países en desarrollo.
Ahí tenemos a Afganistán, agredido y ocupado por Estados Unidos en
un supuesto combate contra el terrorismo y que, en definitiva, lo
convirtió en un virtual narcoestado. También las "certificaciones" con
las que Washington pretendió erigirse en juez mundial.
Asimismo Colombia, donde la participación de militares
norteamericanos, en un país que vive un conflicto armado interno, se
convierte, además, en elemento de tensión en la zona.
Pero lo cierto es que está lejos de ganarse la batalla contra los
mercaderes de estupefacientes, quienes alientan la producción para
obtener la materia prima que, una vez procesada, es trasladada a los
grandes y ricos centros de consumo; los especuladores, que lucran con
los recursos químicos, y los que transportan los narcóticos, todos con
fabulosas ganancias.
Con
la invasión de Estados Unidos, se “disparó” la producción de opio en
Afganistán.
El uso de drogas se remonta a tiempos inmemoriales. De hecho, no
hay cultura que no las haya empleado. Hoy, sin embargo, ese consumo ha
ido tomando características tan peculiares que lo transforman en un
verdadero problema de salud pública a escala planetaria.
La cantidad de muertos que provoca, las discapacidades aparejadas,
los circuitos de criminalidad conexos, la pérdida de recursos y el
fomento de una cultura no sostenible en términos económicos y
sociales, hacen del consumo de drogas un factor en el que todos,
Estado y sociedad civil, desde distintos niveles y con grados de
responsabilidad diversos, están implicados.
CRECE Y CRECE
Aunque se conoce que la toxicomanía es un poderoso elemento de
inestabilidad mundial, aumenta el uso y abuso de narcóticos, golpeando
con similar fuerza a niños de la calle y a multimillonarios en países
pobres y ricos.
La cuestión es que hay grandes poderes que no desean que esto
termine.
Se estima entre 215 y 234 millones el número de adictos, que mueve
más de 900 000 millones de dólares anuales, según el Fondo Monetario
Internacional, lo que lo hace uno de los negocios más lucrativos.
La página web (http://www.drugabuse.gov/ResearchReports/)
sostiene que "eso es más, mucho
más, que un problema sanitario¼ esa
monumental cifra de dinero se traduce en poder¼
influencia política, corrupción, muerte. Las secuelas físicas y
psicológicas del consumo de narcóticos empalidecen así ante las
consecuencias de esta faceta mercantil del fenómeno".
La marihuana, que es la droga más solicitada en el mundo, con 163
millones de consumidores, cuenta con una amplia producción en Estados
Unidos y México, pero un nuevo mercado, el de las drogas sintéticas,
se está abriendo paso con rapidez.
Las anfetaminas y el éxtasis crecen en producción y consumo, y, de
acuerdo con un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la
Droga y el Crimen, "Europa, con Holanda, Polonia y Bélgica a la
cabeza, siguen siendo el centro mundial de la producción clandestina,
que va en aumento también en el este del continente".
Se estima que en el 2004 unos 26,1 millones de personas consumían
anfetaminas, 7,9 millones éxtasis, 13,7 millones cocaína, 10,6
millones heroína y 5,3 millones otras drogas derivadas del opio.
La ONU sitúa la incidencia del SIDA entre los consumidores de
drogas inyectables en un 65% en Europa Occidental, un 73,3% en Europa
del Este y un 80% en América Latina. Pero la tasa más alta de la
enfermedad entre usuarios de drogas se da en Asia, donde alcanza el
92,3%.
MUCHO COMBATE, POCO ÉXITO
Analistas llaman la atención sobre lo que hoy se hace en torno al
combate del consumo, pero sin éxito, aunque crezca el perfil de lo
punitivo, con ejércitos completos de intervención, como sucede ahora
en la alegada cruzada antiterrorista de Estados Unidos.
En Afganistán, el poder talibán, pese a innumerables defectos, hizo
virtualmente desaparecer los sembrados de amapola, de donde se
obtienen el opio y sus derivados. Pero la agresión liderada por
Estados Unidos y la imposición de un régimen que tuvo que sobornar a
los llamados señores de la guerra para que lo apoyaran, convirtió el
territorio afgano en el primer exportador de opio en el mundo. Europa
es su mayor mercado.
El Caribe es una de las principales rutas de contrabando para la
cocaína proveniente de la zona andina hacia Estados Unidos y Europa,
según la BBC. A los contrabandistas se les paga muchas veces con la
droga, y la consecuencia, dice la fuente, es la creación de un mercado
de adictos.
ALTO PRECIO MATERIAL...
Y MORAL
Mientras tanto, sudamericanos, caribeños y de otras latitudes de
bajos recursos son utilizados para introducir drogas en Europa y en el
norte de América, todo porque los consumidores de Londres y Nueva York
están dispuestos a pagar un alto precio por su adicción.
Decenas de miles de personas están empleadas por el narcotráfico,
desde campesinos hasta policías, trabajadores del sector de la salud y
banqueros.
Una de las pruebas de mercadeo más escalofriantes se llevó a cabo
en Puerto Rico hace una década. Los cárteles colombianos, que buscaban
penetrar el mercado estadounidense de la heroína, desarrollaron un
producto de alta calidad, con la idea de competir con las pandillas de
tailandeses y birmanos que controlaban la venta.
Para tal fin, llevaron a cabo en Puerto Rico un programa "piloto".
Hacia allí embarcaron grandes cantidades de la droga, y los encargados
de venderla recibieron muestras gratis para regalar.
Muy pronto, personas que solo consumían cocaína comenzaron a
hacerlo con la heroína, el plan tuvo éxito y se extendió por Estados
Unidos. Como consecuencia, Puerto Rico enfrenta hoy en día un grave
problema de adicción y consumo. |